“Podría convertirse en una barrera paraarancelaria por las dificultades en el control y certificación de la trazabilidad” advierten empresarios argentinos.
Representantes de la cadena argentina de ganados y carnes, matarifes y engordadores a corral, expresaron su preocupación por las nuevas exigencias de la Unión Europea sobre carne “de zonas libres de deforestación”.
“La carne vacuna tiene una dificultad mayor porque es una cadena donde el producto se desplaza en distintos establecimientos a lo largo de todo el proceso productivo, pensemos en un ternero que nace en un campo de cría, que pasa después a otro en una recría luego un engorde y recién después a un frigorífico y eso genera algún grado de complejidad a la hora de definir el sistema de trazabilidad” expresó Fernando Storni, presidente de la Cámara Argentina de Feedlot, y advirtió que “los costos [de la certificación] se trasladan en la cadena y el productor va a ser quien lo termine cubriendo de alguna forma”.
Y Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores, reconoció que “preocupa porque regula y limita de forma estricta la importación de alimentos de países según la deforestación y en este nuevo contexto, Argentina tendrá que certificar para diciembre de 2024 que sus productos cumplen con la normativa” y advirtió que “podría convertirse en una barrera paraarancelaria por las dificultades en el control y certificación de la trazabilidad”.
Finalmente, en declaraciones consignadas por el portal web Infocampo, coincidieron que “no debemos perder de vista que su incumplimiento limitaría severamente las exportaciones, con un impacto en el consumo que, si bien no podemos cuantificar, indudablemente será negativo para el desarrollo del negocio”.