El intenso calor y el atraso de las lluvias afectaron la producción de tomates y cebollas.
Como consecuencia del intenso calor del verano y del atraso en la llegada de las lluvias, pequeños agricultores jujeños estiman pérdidas de hasta el 50% en la producción de verduras.
“Este año fue muy complicado porque hizo demasiado calor, cada año es peor el calor de enero, febrero y marzo” confirmó Reynaldo Acosta, agricultor de la zona de Aguas Calientes, y estimó que “hay un 40% o 50% de pérdidas y en algunos casos más porque el calor quemó sembradíos”.
En declaraciones a la prensa, describió que “el calor hizo, por ejemplo, que a la cebolla tengamos que sembrarla hasta 3 veces porque el calor quemaba toda la semilla y quedamos muy mal parados porque el gasto es grande y tenemos que comprar las semillas de nuevo” y concluyó que “las plantaciones de tomate fueron de las más afectadas y muchos productores han puesto 80 rayas y no tienen ninguna porque se las llevaron la sequía, el calor y los hongos”.