La Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) evaluó el 2021 como positivo para el sector y prevé mayor crecimiento para el próximo año.
Es una semana muy significativa para el sector, ya que el 12 de diciembre se celebró el Día de la Maquinaria Agrícola y el 14 el aniversario de la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola, fundada en 1984 para promover el desarrollo industrial del sector de la maquinaria agrícola y su afianzamiento, tanto en el marco interno como en el exterior. Desde sus inicios, la entidad tiene como objetivo defender los intereses de sus asociados ante las autoridades nacionales o provinciales en todo lo concerniente al desarrollo de su actividad industrial.
En la actualidad, Cafma cuenta con 160 empresas asociadas, cuyas industrias se encuentran en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, y brinda trabajo en forma directa a 30.000 personas.
El 2021 fue un año positivo para el sector de maquinaria agrícola, ya que hubo un incremento de 20% en la cantidad de unidades producidas, sobre todo en los rubros de tractores, sembradoras y pulverizadoras. De acuerdo con el INDEC, las ventas en el mercado interno entre enero y septiembre sumaron $117.000 millones, un 75% más en relación con el mismo período del año pasado. Esta expansión vino de la mano de una mayor demanda de mano de obra -se generaron 5.000 puestos adicionales de trabajo en toda la cadena de valor metalmecánica- y la inversión de muchas empresas en ampliar sus instalaciones y actualizar su equipamiento y tecnología de producción.
En materia de exportaciones, Cafma se sumó al Consejo Agroindustrial Argentino junto a otros 54 sectores estratégicos, que tiene como objetivo llegar a ventas al exterior por 100 mil millones de dólares anuales y así generar cerca de 700 mil empleos adicionales. En maquinaria agrícola, durante 2021 se cerraron operaciones comerciales por US$ 80 millones, superando los US$ 50 millones del año anterior. Si bien el balance es positivo, el volumen está lejos aún de las ventas registradas en 2012 por US$250 millones.
De cara al 2022
En el encuentro de fin de año de Cafma, Eduardo Borri, presidente de la entidad, anticipó los ejes de trabajo para la Cámara en los próximos meses. A nivel institucional, se trabajará por invitar a más fábricas a adherirse a la entidad, proyectando duplicar la cantidad de asociados en el mediano plazo. Asimismo, se continuará trabajando en conjunto con entidades como Aapresid, CREA, INTA, las cuatro cadenas -Acsoja, Argentrigo, Asagir y Maizar- y otras que son estratégicas para la producción nacional.
Respecto de la demorada sanción de la Ley de Maquinaria Agrícola, el directivo señaló que “necesitamos de la clara definición de contenido nacional sea por ley o por decreto, pero no podemos seguir tratando por igual a los distintos. Sé que hay buena voluntad de poder encarar seriamente el tema y debería ser el 2022 el año en donde estos grises se pongan en blanco y en negro. La Argentina requiere de más trabajo de calidad si queremos desarmar todo el andamiaje de planes sociales que fueran necesarios en un momento pero que, a medida que la actividad aumenta, ya deben ser convertidos en trabajo genuino”.
Para dimensionar la importancia que ocupa la maquinaria agrícola para la economía, Borri describió: “nuestras empresas facturan un promedio de 10 mil dólares por mes por empleado, lo que lleva a la cadena de valor a una facturación mayor a los 3 mil millones de dólares y 32 mil puestos de trabajo. Esto implica que cada 1 % que crece nuestro sector produciendo localmente, genera 300 puestos de trabajo y unos 36 millones de dólares de facturación anual”.
“Debemos pensar en Cafma Joven en donde nuestros hijos o nietos se formen y complementen actividades de UIA y Adimra Joven. Es sorprendente lo que están haciendo los jóvenes en esos espacios”, continuó, a la vez que manifestó la preocupación del sector por continuar impulsando y alentando la educación técnica, “Por más tecnología que coloquemos, si no tenemos gente preparada detrás los esfuerzos de capital serán en vano”. En materia de capacitación y actualización técnica, son aliados estratégicos Propymes, Adimra, sus centros tecnológicos y Fundación Cideter.
“Seguiremos trabajando sobre el objetivo de convertir a la Argentina en el Silicon Valley de la Maquinaria Agrícola”, continuó, “el AgroValley debe ser impulsado buscando sinergizar con otras instituciones, como el INTA, el INTI, universidades y obviamente los gobiernos provinciales y nacional. Tenemos todo para lograrlo, como pudimos observar en la cantidad de premios cosechados por nuestras empresas en los Premios CITA, Ternium, Pymes, y otras distinciones que galardonaron los desarrollos tecnológicos a lo largo de este año”.
Respecto de las exportaciones, en 2022 se buscará recuperar destinos como Rusia y Europa del Este, fortalecer África y consolidar Sudamérica, esperando superar los US$ 100 millones de ventas al exterior en el transcurso del año. “Está apareciendo cada vez con más fuerza el concepto de NearShoring o abastecimiento de cercanía por la crisis mundial de fletes y quizás esto nos traiga oportunidades con el Mercosur reemplazando productos de otras latitudes”, agregó Borri.
Cafma seguirá participando en Agrievolution Alliance, una alianza mundial entre los miembros más importantes de los principales fabricantes de maquinaria agrícola y sus asociaciones nacionales alrededor del mundo, como representante de Argentina junto a sus pares de China, Japón, Corea, Turquía, India, Irán, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos, España, Italia y Francia. Esta membresía forma parte del proceso estratégico de internalización de la maquinaria agrícola argentina que impulsa Cafma desde la comisión de Comercio Exterior.
“Nos espera un 2022 con mucho trabajo y con muchas posibilidades de que el sector de maquinaria agrícola despliegue todo su potencial”, finalizó el presidente de Cafma, “esperamos con muchas ganas este nuevo año donde podremos volver a encontrarnos en ferias y jornadas que nos permiten aumentar la sinergia con usuarios y clientes, quienes nos impulsan a seguir desarrollando tecnología para hacer cada vez más eficiente la maquinaria que mueve la actividad agroalimentaria”.