El sector agroindustrial mostró su pujanza a pesar de las dificultades por las que atraviesa.
Como todos los años, Expoagro volvió a ser la caja de resonancia de lo que sucede en la agroindustria argentina y la vidriera del derrotero de este sector clave de la economía nacional.
En esta edición, realizada del 7 al 10 de marzo -por quinto año consecutivo- en la localidad bonaerense de San Nicolás, si hiciéramos una nube de palabra, sin dudas, “sequía” se destacaría de manera contundente sobre las otras, ya que esta situación climática que castiga a la mayoría de la geografía productiva del país está en la boca y en las preocupaciones de todos los actores de la cadena de valor. También se destacarían temas relevantes como las dificultades macroeconómicas y la endeble situación política por la que atraviesa el país.
Pero es sabido del optimismo que caracteriza al sector, por lo cual también se escuchó hablar de futuro, de mejores condiciones climáticas y mejores tiempos económicos y políticos; además de todas las cuestiones que hacen del campo argentino un sector pujante y de avanzada: tecnología, innovación, investigación, etc.
Si bien al cierre de esta edición (jueves) la feria no había concluido y no había números disponible sobre los negocios realizados, desde algunas empresas y entidades bancarias se señalaba que ritmo de las consultas y concreción de operaciones era mejor de lo esperado.
La muestra contó con más de 600 expositores, más de 10 empresas con plots, más de 10 entidades bancarias públicas y privadas; una carpa con 19 Agtechs y 3 universidades; 6 auditorios; rondas de negocios locales e internacionales; el Tecnódromo Mario Bragachini; y el Sector Ganadero donde se realizaron remates de hacienda y otras actividades relacionadas con la producción pecuaria, con la participación de las asociaciones de las razas Braford, Hereford, Brangus, Angus, Limousin y Limangus.
La política
Como en todos los años de elecciones, Expoagro también fue escenario para que los políticos se pasearan por la muestra tratando de llamar la atención de la prensa presente y también de los productores, que en esta oportunidad pareciera que se mostraron más indiferentes que nunca con los visitantes de la política.
La cena institucional de Expoagro, ofrecida la noche antes de la apertura de la muestra, y el primer día de la exposición fueron casi de exclusividad de las figuras del oficialismo. El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo; la titular del Banco Nación, Silvina Batakis; el presidente del INTA, Mariano Garmendia; el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren; y el secretario de Coordinación Federal Agropecuaria, Jorge Solmi, fueron algunos de los funcionarios que compartieron las actividades en compañía de los organizadores y de los titulares de la Mesa de Enlace, quienes fueron blanco de algunas críticas desde el sector por las imágenes de proximidad con los referentes del Gobierno nacional.
“Como ministro del Interior, y como gobierno, trabajamos por una Argentina federal y con arraigo. Sabemos que la realidad de los pueblos está totalmente vinculada a la producción”, dijo el ministro del Interior, en tono conciliador, y abogó por que “determinadas discusiones, demasiado ideologizadas, no generen una falsa división que no la hay, pero que en un termómetro de la opinión pública pareciera que sí. Yo quiero reafirmar que el campo es parte esencial de la identidad de los argentinos, es parte esencial de la vida de los pueblos”.
“El desafío de nuestro país es ver cómo seguimos produciendo para abastecer a los argentinos y las argentinas, y cómo podemos exportar cuidando el ambiente. No debemos entrar en falsas dicotomías, y si alguna vez existieron, ponernos de acuerdo en serio en cuál es la matriz productiva argentina, cuál es el modelo, y no ponerlo en discusión, sino trabajar por una Argentina federal que genere arraigo”, concluyó.
Por su parte, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, dijo: “Desde que asumimos tuvimos una clara indicativa del ministro Sergio Massa, de trabajar muy cerca de los sectores productivos, con diálogo permanente, dejarnos ayudar en establecer las prioridades en cuanto a las políticas y acciones que debíamos llevar desde las distintas áreas”, y valoró la participación de los sectores productivos “porque hacen que las medidas sean más asertivas”.
Al referirse al impacto de la sequía, Bahillo afirmó: “Entendemos la situación de desánimo que tiene el productor. Tuvimos alguna expectativa hasta hace una semana, pero volvimos a la incertidumbre debido a las altas temperaturas de los últimos días”.
El segundo día el territorio fue copado por figuras de la oposición. Figuras enroladas en la próxima contienda electoral, como Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno de Buenos Aires; Gerardo Morales, gobernador de Jujuy; María Eugenia Vidal, diputada nacional y ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires; Ricardo Buryaile, diputado nacional y ex ministro de Agricultura de la Nación; Patricia Bullrich, presidente del PRO; entre otros.
Rodriguez Larreta abogó por un plan integral para el campo que dure 25 años; Gerardo Morales señaló que “Se trata de dar un aporte que vaya más allá de lo inmediato. No sólo generar créditos para la Expo que se agotaron en minutos, si no dar un respaldo de modo permanente que ofrezca el acceso no sólo a las Pymes, si no al pequeño productor”; María Eugenia Vidal dijo que, si siempre se cuenta con el campo, “tenés que estar cuando le va mal”; Ricardo Buryaile reclamó que la AFIP sea un “organismo de recaudación, no de obstaculización del productor”.
Para el jueves y viernes se esperaban más visitas de todo el arco político.
Por: Belisario Saravia Olmos, El Tribuno Campo, Editor
