Daniel Germinara, el nuevo ejecutivo de UPL Argentina, explicó qué son y qué aportan las biosoluciones a la agricultura.
La creciente demanda de alimentos, el cambio climático y la necesidad de reducir el impacto ambiental de la producción agropecuaria potencian el protagonismo de los productos biológicos en la agricultura. En la industria de los insumos agrícolas se los denomina biosoluciones y se trata de productos de origen natural que, de acuerdo a su uso, se dividen en bioestimulantes, biofertilizantes y biocontroladores.
UPL es la segunda compañía a nivel global en este segmento y cuenta con un programa exclusivo que denomina Pronutiva que integra las biosoluciones con los productos de protección de cultivos cubriendo las necesidades del productor a lo largo de todo el ciclo de vida del cultivo. En Argentina, el segmento de las biosoluciones cuenta con un nuevo gerente: Daniel Germinara, especialista en fertilidad de suelos y fertilización de cultivos con amplia trayectoria en la industria.
“En nuestro país las biosoluciones están en una etapa de adopción inicial pero en franco crecimiento. Dejando de lado el mercado de inoculantes en soja, un segmento muy conocido por los productores, cada vez son más los que comienzan a experimentar los beneficios que este tipo de productos aportan al rendimiento, la calidad y/o estabilidad de la producción, y la contribución a problemas como la competencia con las malezas, la eficiencia en el uso de los nutrientes, y de recursos clave como el agua. Es todo un mundo de conocimientos con aplicaciones concretas que los productores tienen por descubrir” afirmó Germinara.
Biosoluciones
Los bioestimulantes actúan sobre la mitigación del estrés que sufre un cultivo, promoviendo el desarrollo de raíces, las partes vegetativas o los frutos. En esta categoría se incluyen, además, los mejoradores de suelo.
Los biocontroladores son sustancias naturales que controlan plagas y enfermedades, también macroorganismos como, por ejemplo, los insectos benéficos.
Los biofertilizantes, que apuntan a mejorar o potenciar la nutrición de un cultivo. Entre ellos se encuadran los inoculantes utilizados en soja.
El mercado
Según las estadísticas de DunhamTrimmer, principal empresa de investigación de biológicos a nivel mundial, el mercado global de biocontrol y bioestimulantes se estima en un valor de más de 8 mil millones de dólares para 2021. La Unión Europea y Estados Unidos lideran la adopción, seguidos por las regiones Asia/Pacífico y Latinoamérica.
El mercado de biocontrol está creciendo globalmente a una tasa del 17% y el de bioestimulantes lo hace entre el 10% y el 15% anual y aunque Latinoamérica es el mercado de menor aplicación, es el que crece a tasas más aceleradas.