Fernando Vilella, futuro responsable de la política agroindustrial, describió la difícil situación económica que recibirá el gobierno de Javier Milei.
En una columna publicada en el diario Clarín, Fernando Vilella, futuro responsable de la política agroindustrial como secretario de Bioeconomía de la Nación, describió la dramática situación socioeconómica de la Argentina que recibirá el electo presidente Javier Milei.
La opinión de Fernando Vilella
A una inflación desbocada y de pronóstico reservado se sumó una irresponsable campaña electoral que costó según algunos economistas hasta un 2% del PBI que habrá que pagar. A ello se suma la enorme masa de Leliq, que toma toda la capacidad crediticia del sistema dejando sin recursos a la producción. Hubo un gran crecimiento de la deuda externa, faltan divisas para las importaciones más elementales como insumos médicos, principios activos para terapéuticos, bienes intermedios y hasta bananas. Con un cepo que genera enormes ganancias a amigos que obtienen dólares a precio de remate. Las tarifas desalineadas de costos son una enorme carga. Arreglar este cepo, alinear tarifas y actualizar una de las variables más atrasadas, los salarios de los trabajadores serán complejos.
Este modelo que finaliza se basa en sueldos bajos, tanto que por primera vez en nuestra historia los trabajadores no pueden pagar una canasta básica y requiere subsidiar tarifas y alimentos. Estos últimos usando todo tipo de artilugios como impuestos a las exportaciones, fideicomisos, cuotas exportación, cupos, etc., etc. Solo con inversiones se sube la productividad y con ello los salarios, no entenderlo es una muestra de lo desacertado del esquema. Estamos cada vez más aislados, más pobres y lejos del mundo.
Para dar mayor claridad de este fracaso podemos observar los datos del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, publicado en el mes de mayo de 2023 por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina, donde aparece que 6 de cada 10 niños y adolescentes de hasta 17 años son pobres y no pueden acceder por completo a los alimentos, la educación y la salud necesarios. Son 8,2 millones de chicos y chicas, además el 13,1% de los niños, niñas y adolescentes vive en la indigencia, es decir que pertenecen a hogares que no pueden acceder a la canasta básica alimentaria, donde no tienen satisfecho el mínimo de necesidades energéticas y proteicas que requiere un ser humano para vivir. Me avergüenzo como argentino de estos datos, mi generación fracasó sin dudas.
Eso a pesar de que según ese estudio las personas alcanzadas por asistencia social representaban el 32,9% de la población en 2010, aumenta al 40,3% cuando terminó el segundo mandato de Cristina Kirchner, al final de Mauricio Macri llega a 43,8% y hoy con Alberto Fernández y Cristina Fernández lo llevan al 52%. Alguna vez fuimos una sociedad de clases medias, ya no.
En el año 2022, sin sequía, hubo exportaciones récord de 88 mil millones, por buena cosecha y buenos precios. Los impuestos a las exportaciones generaron casi 10 mil millones a la Tesorería. Ese dinero salió del bolsillo de los productores, no se utilizó en las zonas productivas y se lo quedó el gobierno nacional sin coparticipar.
Según informó el Indec hace pocos días, una familia tipo debe ganar $319.000 al mes para cubrir sus necesidades básicas, y no ser “pobres”. Y $147.881 para no caer en la indigencia. Veamos algunos números. Cuando dividimos los 10 millones de retenciones cifra de retenciones por los 8,2 millones de niños nos da unos 1.200 dólares anuales por cada uno, 100 por mes. Es decir que solo con esos tributos se sacaba a todos los chicos de la pobreza. ¿Qué se hizo? ¿Quién se los llevó? Otra cuenta: tenemos 6 millones de jubilados, si se hubiera usado aquella cifra para pagar, nos daría una jubilación de 140 dólares mensuales por cada uno, 60% por arriba de la mínima que la mayoría cobra. Tampoco se hizo, esto marca la enorme distancia del relato a los hechos… en algún lado está esa enorme masa de dinero
Las pruebas PISA a nivel mundial se toman a los 15 años en matemática, lengua y ciencias naturales. Nuestros datos son catastróficos, no solo estamos muy por debajo del promedio mundial, sino también de Chile, Uruguay, Costa Rica, México, Brasil y Colombia, en matemática también nos supera Perú. De 79 que participaron Argentina se ubica en el puesto 63 en lectura, en el 71 en matemática y en el 65 en ciencias. Solo el 28 % de nuestros jóvenes egresan con un nivel adecuado de Matemática, y hay un 43% de calidad por debajo del nivel básico. Venimos cayendo en cada prueba. Solo el 29 % de los estudiantes terminan la secundaria a tiempo.
En temas comerciales Argentina mientras Uruguay, Chile, Brasil o Paraguay están aumentando su participación en el comercio mundial, el único de la región que retrocede es Argentina; entonces el problema es solo nuestro, producto de una dirigencia que hace una mala lectura de cómo funciona el mundo y de cómo aprovechar las oportunidades, sin embargo, para el país son cada vez mayores.
En términos de exportaciones per cápita aparecen las razones por las cuales en Argentina son recurrentes las crisis de falta de divisas. En 2022 (este año serán mucho menores) cada argentino exportó por unos 1838 dólares, cada chileno casi 3 veces más, los uruguayos más del doble. Si analizamos la película desde el 2000 al 2022 el total de las exportaciones del Mercosur creció 441 % Argentina fue el único que creció menos del promedio con solo 320%, Brasil y Uruguay las multiplicaron por 6 y Paraguay por 4,2.
El panorama en todo sentido puede resultar desolador, hemos escuchado mucho relato mentiroso y discursos del miedo como si estuviéramos en las mejores condiciones. No, estamos muy mal y costará salir de esto. Pero el pueblo argentino la semana pasada eligió salir de este circuito de la decadencia, enorme primer paso. Ojalá el gobierno acierte en sus decisiones y todos tengamos la paciencia y perseverancia que nos permita fundamentar la esperanza en un marco de bienestar para todos los argentinos en todos los rincones de la Patria. Manos a la obra.