“Las políticas en lechería están contribuyendo a la destrucción del sistema” advirtió en un comunicado.
A través de un comunicado difundido este viernes, la Mesa de Enlace criticó con dureza la política lechera del gobierno nacional.
“Los tambos están pasando un momento con insumos elevados en dólares, donde el precio ya está muy por debajo y lejos de los costos, hay menos leche, y sin reservas de alimento (o muy caras) para los próximos meses” advirtieron las entidades rurales.
Las políticas en lechería están contribuyendo a la destrucción del sistema
Sin tambos no hay cadena
Mientras anunciaron recientemente el Programa Impulso Tambero y gran parte del país está inmersa en una sequía sin precedentes, los productores tamberos encuentran en simultáneo una clara provocación, con una baja del precio percibido por el productor, bajo una amenaza de cierre en las exportaciones.
Es decir, una intervención sin lógica. Lo que sucedió fue que, en los últimos días, muchos tamberos han recibido por parte de la industria la anulación del informe de precio de la leche correspondiente al mes de enero, sin que mediara ninguna explicación de motivos.
Se trata de una provocación en medio de una situación complicada, ya que este recorte inédito recae sobre un precio de la leche al productor de quebranto. Sólo como dato, en el mes de diciembre el precio promedio de la leche al productor fue $66,24.
Este precio representa un valor bajísimo en dólares, que fija unilateralmente la industria.
Los tambos están pasando un momento con insumos elevados en dólares, donde el precio ya está muy por debajo y lejos de los costos, hay menos leche, y sin reservas de alimento (o muy caras) para los próximos meses.
A los productores lecheros los agobian con distorsiones que siempre ajustan por el tambo. Si había dudas en cómo se forman los precios al productor en la leche, hoy se aclararon.
La cartelización está a la vista y el productor necesita un sistema de pago que no esté al vaivén de los caprichos de la industria y del gobierno de turno. No tener un sistema de pago escrito tampoco ayuda. Si ha sido una política del gobierno y/o la industria, necesitamos que dejen de hacerlo, y en forma urgente.
Esta distorsión burda repercute sobre todas las decisiones en el tambo: no ayuda a cuidar el ambiente, ni los animales, ni las personas que trabajan a diario. Es más, se está contribuyendo a la destrucción del sistema. Sin tambos no hay cadena. Sepan las autoridades que a los productores ya no los pueden seguir engañando.
Por eso, esperamos una convocatoria del gobierno para desandar estas políticas intervencionistas que dañan al productor, que se aclare esta situación y se generen propuestas serias que no ajusten por el lado de la producción, como una triste película que ya estamos viendo muy seguido.
Los tamberos necesitan que se generen defensas y se propongan criterios, para ir hacia un sistema donde se pueda negociar el precio entre privados, y que se cumplan.