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La importancia estratégica de la agricultura de las Américas

Países de las Américas mostrarán la importancia estratégica de su agricultura durante foro global en Roma.

Los países de las Américas se preparan para ir la semana próxima a Roma, a la Pre-Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas (ONU), con una posición convergente que mostrará al mundo la sostenibilidad de su agricultura, con énfasis en la contribución que pueden realizar en el combate global contra el cambio climático.

Así lo revelaron ministros de Agricultura de tres países del hemisferio, junto a altos funcionarios de otras dos naciones y al director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en una conversación con más de 20 periodistas de América Latina, el Caribe y España.

Durante la reunión se hizo hincapié en la oportunidad que los eventos globales programados para este año representan para que la región muestre al mundo particularmente la realidad de sus sistemas ganaderos que, mediante buenas prácticas, tienen un impacto ambiental positivo gracias a la captura de carbono que realizan los pastizales.

La Pre-Cumbre se realizará del 26 al 28 de julio en Roma, como evento preparatorio para la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021, convocada por el secretario general de la ONU, con la misión de transformar la producción y el consumo de alimentos.

El IICA integra la Red de Campeones de Cumbres -una de las estructuras organizativas del foro- y participará como representante de los sectores agrícola y rural de América del Norte y América Latina y el Caribe.

El ministro de Agricultura y Ganadería de Paraguay, Moisés Santiago Bertoni; el ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala, José Angel López; el ministro de Agricultura, Silvicultura, Pesca, Transformación Rural, Industria y Trabajo de San Vicente y las Granadinas, Saboto Caesar; el subsecretario de Coordinación Política del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Argentina, Ariel Martínez, y el Asesor Especial del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil, Fernando Zelner, participaron de la conferencia de prensa junto al Director General del IICA, Manuel Otero.

“Llevaremos una visión conjunta sobre las realidades de nuestros sistemas productivos. Somos la región del mundo que produce más alimentos y también la que aporta más servicios ecosistémicos. En la cuestión ambiental, las responsabilidades son comunes pero diferenciadas. La influencia de nuestra agricultura en las emisiones globales de gases de efecto invernadero es muy escasa”, señaló Bertoni, quien preside el Comité Ejecutivo del IICA, que en su sesión de los pasados 28 y 29 de junio aprobó el documento “Principales mensajes en camino hacia la Cumbre de la ONU sobre Sistemas Alimentarios, desde la perspectiva de la agricultura de las Américas”.

El documento pone en primer plano el rol de los agricultores para el fortalecimiento de los sistemas agroalimentarios y destaca a la agricultura como una actividad fundamental para erradicar la pobreza, impulsar el desarrollo rural y proteger el medio ambiente.

“Vemos con preocupación algunas cuestiones que se vienen planteando en los diálogos previos a la Cumbre. No se le está dando importancia al comercio agrícola, cuando sin él no puede hablarse de sostenibilidad de los sistemas productivos”, agregó Bertoni.

Para el ministro López, la región “posee un alto potencial para el desarrollo de los sistemas agroalimentarios gracias a su diversidad climática y a los conocimientos ancestrales de sus poblaciones indígenas, pero enfrenta desafíos para la mejora de las condiciones de vida de la población rural”.

El ministro guatemalteco hizo hincapié en que la producción alimentaria de América Latina y el Caribe no es responsable principal del cambio climático y viene trabajando para lograr una mayor sostenibilidad. También puso de relieve la importancia de la agricultura como generadora de divisas para Çentroamérica, al informar que las exportaciones alimentarias representan el 50% de los embarques totales.

El ministro Saboto Caesar expresó la voz de los países del Caribe y manifestó preocupación debido a que “en la última década sufrimos una reducción de las exportaciones a los mercados extrarregionales. En otras épocas, por ejemplo, fuimos grandes exportadores de bananos al Reino Unido. Los pequeños estados insulares debemos ser escuchados; hay que nivelar el terreno del juego para que podamos competir en los mercados globales.  Necesitamos asistencia de organizaciones internacionales como el IICA. Somos un solo hemisferio y tenemos mucho trabajo por hacer”.

La relevancia de que las Américas hayan consensuado un mensaje convergente para la discusión global sobre el futuro de los sistemas agroalimentarios fue destacada por Ariel Martínez.

“Logramos generar músculo político y tendremos una voz potente como región. No vamos a defendernos sino a mostrar lo bien que vienen haciéndose las cosas en producción, inocuidad, precio y también sostenibilidad. Nuestra región debe mostrar que somos parte de la solución y no del problema”, indicó.

El funcionario argentino consideró que la producción alimentaria de América Latina es garante de la seguridad alimentaria global y debe poner el énfasis en la adaptación al cambio climático, en lugar de en la mitigación.

“Nosotros –señaló- debemos transformarnos a una velocidad distinta a la de los países que tienen mayores responsabilidades. Como nuestro peso en la emisión global de gases de efecto invernadero es menor, aunque transformáramos totalmente nuestra agricultura y fuéramos neutros en el balance de emisión y captura, igual seguiríamos sufriendo los efectos del cambio climático”.

Zelner, por su parte, afirmó que en el debate global se están escuchando visiones carentes de equilibrio y valoró el acuerdo logrado por los países de la región para fortalecerse frente a lo que calificó como un conflicto de narrativas.

“La Cumbre –anticipó- va a producir una narrativa sobre lo que son los sistemas alimentarios y hacia dónde deben ir, pero los Estados no están participando en la preparación. El riesgo es que consolide una visión que vaya en contra del comercio mundial o del consumo de proteína animal. Vamos a luchar para que la Cumbre reconozca la diversidad de los sistemas productivos”.

Zelner resaltó que es necesario mostrar los aspectos positivos del consumo de proteína animal y cuestionó el discurso que propone un consumo menor a nivel global, olvidando que en los países en desarrollo todavía no hay un consumo per cápita de nivel satisfactorio para una alimentación adecuada.

Manuel Otero, a su turno, explicó que el IICA “asume el rol de instancia articuladora y de ser la voz de la agricultura de las Américas, de acuerdo con el mandato de sus 34 países miembros, que son sus dueños y definen su agenda de cooperación técnica”.

El director general del IICA hizo un repaso de las múltiples reuniones regionales y hemisféricas realizadas con la idea de estimular la convergencia, que significa buscar los puntos en común en el contexto de la heterogeneidad de las agriculturas de la región.  “Entendemos –puntualizó- que en esa heterogeneidad está nuestra fuerza”.

Otero agregó que América Latina y el Caribe “es la región exportadora neta de alimentos más importante del mundo y el 14% de nuestros empleos provienen del sector agrícola. Con esa fuerza tenemos que defender nuestros sistemas agroalimentarios. No hay alimentos sin producción agropecuaria y para contar con alimentos sanos se necesitan comunidades rurales sanas”.

Finalmente, subrayó la sostenibilidad de la actividad en el hemisferio: “La agricultura tiene alguna responsabilidad en materia de cambio climático, como cualquier otro sector generador de bienes y servicios, pero es parte de la solución. Los nuestros no son sistemas fallidos. Hay una agricultura que necesita ser transformada, pero reconociendo todas las cosas buenas que se han hecho. Debemos dejar en claro también la gravitación del comercio internacional y la importancia de nuestros sistemas nacionales de ciencia y tecnología. Tenemos todo para ser garantes de la seguridad y sostenibilidad alimentaria global”.

Fuente: IICA