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El senado analiza proyectos de ley sobre maquinaria agrícola

Cafma participó en el Senado de la Nación del plenario de comisiones que trató la promoción de la maquinaria agrícola argentina como industria estratégica.

Las autoridades de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola, Cafma, estuvieron presentes durante la reunión plenaria de las Comisiones de Industria y Comercio y de Presupuesto y Hacienda del Senado de la Nación. Fueron invitados también los miembros de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT).

Durante la reunión se conversó acerca de tres proyectos de ley vinculados a la situación del sector agroindustrial, y que tienen giro en ambas comisiones: S-1628/22 Régimen de Promoción de la maquinaria agrícola industrial argentina (propuesta del Senador Dionisio F. Scarpin y otros) y S-1958/21 Declaración de Industria Estratégica para el desarrollo nacional de la maquinaria agrícola y agropartes (del Senador Roberto Mirabella) y S-1855/21 Proyecto que establece el régimen de promoción de la industria nacional de la maquinaria agrícola  (propuesta de la Senadora María De Los Ángeles Sacnun).

Durante el encuentro, el presidente de la Cafma, Eduardo Borri, expresó, con claros ejemplos, varios de los aspectos que conforman la situación actual del sector.

– “La maquinaria agrícola se fabrica principalmente en 3 provincias: Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires generando 40 mil puestos de trabajo directos con 1200 empresas aproximadamente de acuerdo con relevamiento hecho por el Ieral en 2019. En los últimos 2 años generamos 13 mil nuevos puestos de trabajo.”

– “La mayoría de nuestros asociados, alrededor de 150 fabrican productos localmente. Hay también quienes importan maquinarias y existen empresas transnacionales con importantes actividades en el país, con mayor o menor agregado de valor local. Nuestra pelea no es con aquellos que compiten con nosotros con las mismas condiciones o reglas de juegos. Nosotros estamos acostumbrados a producir en condiciones que muchas veces son adversas. Nuestra disputa es con nuestro hermano mayor del Mercosur y la discriminación que hace con nosotros, y es por eso por lo que buscamos espejar nuestro tratamiento para con ellos”.

– “Es bien necesario mencionar que para que el Bndes (Banco Nacional de Desarrollo) de Brasil financie un producto, el mismo debe ser fabricado en Brasil con un % que puede haber ido cambiando, pero en su momento 50% del costo debía ser local”.

– “Hay varios ejemplos de empresas argentinas que han ido a instalarse a Brasil por una única razón: poder obtener financiamiento en moneda local. De lo contrario no podían exportar sus productos y vender allá con crédito del Finame o Bndes. Varios incluso tuvieron que pegarse la vuelta con quebrantos importantes dado que hubiera sido más fácil exportar y los volúmenes que conseguían obtener no siempre justificaban una radicación de sus plantas. El financiamiento era y es la clave.” 

– “Nosotros, que fabricamos en el país, no solamente marcamos como asimetría el tema del financiamiento, sino que además tenemos que incorporar en el análisis las profundas diferencias estructurales que se generan entre nuestro país y el principal socio del Mercosur, entre ellos son las diferencias en los costos laborales directos e indirectos (conflictividad laboral), la diferencia en las tasas de interés para el acceso al crédito para crecer, el costo y la posibilidad de acceso a los insumos, el tamaño del mercado, el costo de la energía para producir, el costo impositivo, entre otros”.

– “La Argentina tiene ventajas comparativas y hasta competitivas en la cadena agrobioindustrial. Somos parte del éxito de nuestros clientes contratistas y productores rurales”.

Borri recordó que el desarrollo de la siembra directa tiene cuna en la Argentina. Incluso, la primera cosechadora automotriz del mundo se patentó en Sunchales, Santa Fe. También resaltó que Argentina tenía 25 fábricas nacionales de cosechadoras y más del 60 % del mercado y hoy tenemos 3 y menos del 5 % del mercado. Aunque Brasil sigue sin tener ninguna fábrica de origen nacional y nuestro país posee aún el know-how, las condiciones que aquí se plantean dificultan el resurgimiento.

Al respecto, manifestó: “Nos resistimos a dar por perdido este campeonato mundial. Es más, desde Cafma venimos planteando que la Argentina y su interior profundo está llamada a ser el AgroValley del mundo. Tenemos con qué dar esa batalla con nuestras universidades, el INTA, los productores y obviamente nuestras fábricas.”

Para graficar claramente estas afirmaciones, el presidente de la Cafma recordó: “el 2017 ha sido el año con mayor venta de maquinaria agrícola en dólares – según el Indec -, de por los menos los últimos años. Revisando estos números en función de nuestro conocimiento específico, el 60% de esas ventas eran de origen Importado y el 40% de origen Nacional. El 2021 estuvo a punto de alcanzar el nivel de venta de 2017 pero no llegó, pero el 60 % era nacional y el 40% fue importado. Eso explica por qué tuvimos tanta demanda los fabricantes argentinos, invirtiendo y tomando un 20% de nuevos empleos en los últimos dos años. ¿Saben por qué se dio eso? Solamente por debilidad y falta de divisas. No porque hayamos tenido clara la necesidad de incentivar la producción local.”

Otro dato resaltado por Borri fue: “de las 40 mil personas empleadas directas, el 90% produce el 60% de las ventas que comentamos anteriormente.  Si tuviéramos una ley podríamos seguir nacionalizando partes y reconvirtiendo en gran medida ese 40% restante que aún es importado, y además fortaleciéndonos para seguir incrementando las exportaciones de manera tal que esa buena defensa nos lleve a realizar goles en otros países, si se dan las condiciones adecuadas. Venimos incrementando las exportaciones, pero aún son bajas. El Mercado Interno nos consume el 90% de nuestra producción.”

Por último, el presidente de la Cámara definió: “Cafma no está en contra de la importación. Hay muchas empresas transnacionales que ayudan a desarrollarnos y mejorar cuando las reglas de juego son claras. Sí estamos en contra de financiar producto importado que nos aspira los recursos que debieran estar destinados a un mayor derrame en nuestra sociedad. Se dice que el productor agropecuario es el destinatario de ese financiamiento. Es una media verdad. Es cierto, pero si financiamos dirigidamente la producción nacional estaremos financiando dos eslabones de la cadena y no solamente uno”.

Por último, Borri destacó: “El último censo arrojó una población de más de 47 millones de argentinos. Crecimos pensando que éramos un país rico, pero cuando distribuimos esos recursos naturales por la cantidad de habitantes, resulta que estamos en la posición 47 en el ranking mundial. Necesitamos contar con cada vez más industrias, para poder dar de comer a tal cantidad de población. Sabemos, queremos y podemos hacerlo”.