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El Grupo de Países Productores del Sur celebró sus 10 años

Análisis de una primera década con un amplio listado de estudios sobre geopolítica y propuestas en materia de negociaciones internacionales.

Las principales entidades privadas del sector agroindustrial de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay crearon, hace diez años, el Grupo de Países Productores del Sur (GPS). Esta red de instituciones tiene como propósito resaltar el papel estratégico de estos países para contribuir a la seguridad alimentaria, y posicionar a la región a nivel mundial como una parte relevante de la solución a los grandes desafíos de la alimentación, el cambio climático y la transición energética.

Teniendo en cuenta la importancia que tienen los países de la región en materia agroalimentaria y energética, los miembros de GPS consideran muy valioso trabajar en forma coordinada para mejorar su posicionamiento internacional, ampliar la capacidad de negociación en los foros internacionales y fortalecer la integración y cooperación regional. Al respecto, se destaca que la región es la principal exportadora neta de alimentos y biocombustibles; y lo ha logrado a partir de sistemas de intensificación sostenibles, que permiten aumentar la productividad, conservando los recursos naturales y con bajos impactos ambientales.

Durante esta primera década GPS ha realizado un amplio listado de estudios sobre geopolítica de los alimentos, seguridad alimentaria, sostenibilidad de sus sistemas productivos y propuestas en materia de negociaciones internacionales sobre cuestiones comerciales y ambientales. Este trabajo ha permitido arribar a consensos y estrategias conjuntas de los cuatro países en temas relevantes para la inserción internacional desde la perspectiva del sector privado, y brindar apoyo a los respectivos gobiernos para las negociaciones internacionales y el posicionamiento estratégico de la región. Ello se ha realizado en estrecha colaboración con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), que actúa además como la Secretaria Técnica del CAS (Consejo de Ministros de Agricultura del Sur).

En ocasión de la celebración de los diez años de GPS, el pasado 13 de octubre se realizó un evento en la sede de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp), organizado por la Asociación Brasileña de Agronegocios (ABAG). Del mismo participaron los directivos de GPS de los cuatro países y representantes de las Cámaras Empresarias de Europa en Brasil, quienes abordaron dos temas fundamentales para el sector agroindustrial de la región: el acuerdo Mercosur-UE y el Green Deal (Pacto Verde Europeo).

En su discurso de apertura, Luiz Carlos Corrêa Carvalho, presidente de ABAG y representante de Brasil en el Comité de Coordinación Regional de GPS, reafirmó el papel protagónico del Mercosur a escala global, las oportunidades que surgen ante el nuevo escenario internacional y el trabajo realizado por GPS para acciones cada vez más efectivas y coordinadas en favor de la integración regional y el crecimiento sostenible del bloque. Destacó, además, que la nueva industrialización es la bioeconomía y el negocio del siglo XXI es la economía verde. En ese sentido, subrayó que el agronegocio desarrollado en nuestra región ha aplicado tecnología y ciencia, siendo altamente productivo y, al mismo tiempo, protegiendo biomas, revitalizando suelos, secuestrando carbono y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que constituyen grandes activos de la región.

En el panel de Diálogo sobre el impacto del Acuerdo Mercosur-UE hubo coincidencia entre los representantes de GPS y de la UE en que, dados los cambios en la geopolítica global y las nuevas tendencias del comercio mundial, éste ha adquirido una importancia estratégica, ya que beneficiará a todos los países en términos económicos, geopolíticos e institucionales, además de favorecer la transferencia de tecnología, conocimientos e inversiones para el desarrollo de la Bioeconomía. Si bien dadas las trabas comerciales de la UE no se espera una gran creación de comercio, se destacaron las oportunidades en materia de cooperación para el desarrollo de plataformas en tecnologías clave como biotecnología, nanotecnología y de la información y la comunicación, para mejorar el diálogo entre ambas regiones y para contribuir a la institucionalización del Mercosur.

La representante de la Cámara Brasil-Alemania de São Paulo afirmó que ambos bloques están perdiendo oportunidades de negocios por lo que instó a su ratificación, dado que uno de los puntos más importantes para hacer negocios es la seguridad jurídica que puede brindar: “Un acuerdo garantiza reglas del juego”, afirmó. Según una encuesta realizada por su cámara, el 54% de las empresas miembro cree en la ratificación del acuerdo antes de finales de este año, mientras que casi el 25% cree que el acuerdo estará finalizado en 2024. Similares apreciaciones realizó el representante de la Cámara de Comercio de España en Brasil, destacando que el acuerdo necesita concretarse pronto y que los dos bloques están preparados para firmarlo, por lo que los ajustes deberán realizarse de forma equilibrada y sin neologismos.

En el panel del Diálogo sobre el Pacto Verde Europeo, los representantes de GPS destacaron que las medidas anunciadas por la UE en relación a la exigencia de que los productos exportados no se originen en áreas deforestadas a partir de 2021, son medidas unilaterales inconsultas, que tendrán impactos sobre los costos de producción de la región y los eventuales flujos comerciales. Se destacó que los problemas mundiales deben resolverse con soluciones globales y no con medidas arbitrarias individuales de los países. Con el nuevo reglamento, la UE establece exigencias que cuestionan los mecanismos de gobernanza global, en donde cada país ha definido sus objetivos y compromisos específicos para combatir el cambio climático, con base en los acuerdos establecidos en la Conferencia de las Partes (COP). Esta legislación quiere cambiar las reglas del juego, atentando contra las decisiones soberanas que adoptan los países en los acuerdos internacionales, creando un desafío en las relaciones con los socios comerciales.

El moderador del panel, Ingo Plöger, vicepresidente de ABAG, comentó que Europa es un gran inductor de ideas y conceptos, pero las sanciones sobre la base de decisiones no consensuadas con los socios comerciales no son una buena manera de contribuir a los equilibrios globales. Al mismo tiempo, destacó que Europa quizás no es consciente de que este tipo de medidas puede afectar las relaciones entre los bloques, cuando hay otros países como Estados Unidos y China que están interesados en profundizar las relaciones de comercio e inversión con nuestra región.

Por: Marcelo Regúnaga