En Expo Prograno, Néstor Cestari repasó la evolución de su empresa y de la maquinaria agrícola que fabrica. Vea el video.
Durante su participación en la Expo Prograno, Néstor Cestari, titular de Industrias Metalúrgicas Cestari, recordó con nostalgia sus primeras visitas a Las Lajitas. “Hace más de 40 años, Las Lajitas era un pequeño pueblo agrícola que comenzaba a descubrir el potencial de la soja. En esa época La Moraleja empezaba a hacer soja y veníamos a hacer demostraciones, comenzando a introducir el autodescargable, una tecnología que cambiaría para siempre la forma en que los productores trabajaban el campo”, comentó.
El crecimiento de Las Lajitas y la evolución de la maquinaria agrícola en el país son dos fenómenos paralelos. Cestari rememoró que, en aquel entonces, las demostraciones eran mucho más artesanales y menos tecnificadas, pero ya marcaban un camino hacia una mayor eficiencia en la cosecha.
Las autodescargables
“Cuando arrancamos con el autodescargable, había apenas tres competidores en el país. Uno era Richiger, con un modelo de tres ejes; otro, Montenegro; y nosotros que fuimos los primeros en ofrecerlo a nivel nacional”, explicó. “Como teníamos un solo producto, viajábamos por todo el país, de Viedma a Pocitos, haciendo demostraciones. Era una época difícil, pero sabíamos que lo que ofrecíamos podía transformar el trabajo del productor”, destacó Cestari.
La llegada de las tolvas autodescargables marcó un antes y un después. Permitieron cosechar de forma continua y eficiente, sin necesidad de frenar las máquinas. Hoy, las tolvas de Cestari son sinónimo de calidad, robustez y adaptación al campo argentino.
La empresa ha incorporado tecnologías clave como sistemas de medición de humedad y balanza digital, que permiten al productor tomar decisiones en tiempo real. “Hoy las tolvas están conectadas al tractor y miden variables como el peso y la humedad del grano. Esto mejora la eficiencia y la rentabilidad”, explicó Cestari.
Presente sólido, mirada global
“Las Lajitas es hoy una ciudad clave en Salta, con gran desarrollo en infraestructura y producción. La Expo Prograno lo refleja: reúne a productores de todo el norte argentino y es un punto de encuentro esencial para el sector”, destacó.
También valoró la hospitalidad de los productores salteños: “Lo que hace especial a esta exposición es la cercanía de la gente. Siempre dispuestos a colaborar. Eso la convierte en un evento único”.
Cestari subrayó el compromiso de su empresa con la innovación y el servicio al cliente. “Seguimos apostando a mejorar nuestros productos y también el servicio postventa. Nuestro distribuidor en la zona, Anta Maquinaria, está preparado para brindar soporte constante. Eso los productores lo aprecian”, dijo.
Además, destacó el aprendizaje que trajo la internacionalización: “Exportamos a Europa, Mercosur, Centroamérica y Australia. Cada mercado nos enseñó algo nuevo, que aplicamos a nuestras máquinas”.
Con 98 años de historia, Cestari sigue siendo una empresa familiar, fiel a sus raíces y con foco en el valor agregado. “Mi abuelo empezó con una parte de herrería artística y en 1930 con los famosos tanques a granel que se ponían sobre los camiones viejos, sobre los acoplados con ruedas de madera”, dijo Cestari y continuó relatando que su padre siguió con las tolvas con descargas por gravedad y, cuando apareció el autodescargable, “fuimos los primeros en entrar al país con este producto”.
“O sea que en el tema de atender las cosechadoras, lejos somos los más antiguos, somos los primeros que hemos puesto en el mundo una tolva en un contenedor, porque al hacer un solo producto nos vimos obligados a decir: ´necesitamos cambiar cantidad de productos por clientes´, y los clientes los buscas fuera del país también. Además, fuimos pioneros en poner orugas en las maquinarias agrícolas nacionales y los primeros en pintar al agua”, detalló.
“No solo vendemos tolvas. Ofrecemos un servicio integral: mantenimiento, soporte técnico y asesoramiento. Eso nos diferencia”, cerró Néstor.
Por: Belisario Saravia Olmos