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Carinata, del suelo al cielo

Nuseed presentó un cultivo “de cobertura con renta” con un destino singular: la elaboración de biocombustibles para la industria aeronáutica.

En el 30° Congreso de Aapresid, la semillera Nuseed confirmó la adquisición de la marca de girasoles Paraíso y del germoplasma que fuese originalmente propiedad de Nidera y, posteriormente, de Syngenta, para completar su porfolio de productos que incluye maíz y sorgo.

Además, presentó un cultivo de cobertura con renta: la carinata. “Es una crucífera invernal que se siembra en abril y mayo, y se cosecha en noviembre, parecida a la colza”, describió Sebastián Bravo, gerente del Negocio Carinata de Nuseed, y destacó que “es un cultivo de cobertura con renta, que se presenta como una opción de diversificación para los cultivos invernales”.

En declaraciones a El Tribuno Campo, el especialista destacó que la carinata tiene un destino singular: la elaboración de biocombustibles para ser utilizados en la industria aeronáutica. “Lo que se obtiene de este cultivo es un grano de alto contenido de aceite que se prensa para procesar biocombustible para aviones”, indicó y comentó que “este biocombustible es muy importante porque reduce en al menos un 80 % las emisiones de gases de efecto invernadero de los aviones y, por lo tanto, contribuye a cumplir con el compromiso mundial de reducir en 2030 a la mitad y en 2050 en su totalidad estas emisiones contaminantes”.

Bravo informó que cuando un productor compra esta semilla a Nuseed firma un contrato que le asegura la venta del total de lo producido, con entrega en el Puerto ubicado en San Pedro, con valores internacionales regidos por el Mercado Matif de Francia. “El rendimiento medio es de unos 1.500 kilogramos por hectárea, pero estamos lanzando un primer híbrido desde Argentina para aumentar ese volumen”, añadió y detalló que “cuando se sembró los costos por hectárea estaban cerca de 350 a 400 dólares y ahora el valor por tonelada es de 620 a 650 dólares, pero los precios tienden a subir porque nosotros cosechamos a contraestación con Europa que es su mercado principal”.

El ejecutivo subrayó que “es un cultivo derivado de la mostaza etíope, de África, así que se adapta muy bien a las altas temperaturas y a niveles bajos de humedad, y lo único que requiere es que los lotes tengan buen drenaje para que no se aneguen y que las temperaturas no estén por debajo de los 5 °C, porque le pueden hacer perder hojas” y señaló que “las plagas que lo pueden atacar son el pulgón, que aparece en los años secos, y la plutella, que es una pequeña isoca que aparece en las plantas, pero son de fácil control”.

Finalmente, confirmó que “hay semillas disponibles para los productores interesados, porque el desafío es duplicar la superficie y llegar a 60 mil hectáreas sembradas el próximo año” y anunció que “el Negocio Carinata de Nuseed busca la sustentabilidad y por eso hay premios y estímulos para los productores: un valor adicional por la generación de información durante todo el ciclo del cultivo, si no excede las 80 unidades de nitrógeno se le bonifica un 5 % del valor de mercado, y si agrega al cultivo efluentes de tambo o de feedlot genera una captura de valor de 10 dólares por tonelada”.

“Para el 2023 estamos ofreciendo, además, la posibilidad de compartir Bonos de Carbono: los productores pueden recibir, por módulos de 50 hectáreas, 2.000 dólares que le van a servir para la compra de semillas de Nuseed”, concluyó.

Por: Gonzalo Teruel

Fuente: El Tribuno Campo