El gobierno quiere evitar la suba de precios para la producción de proteína animal.
A pesar de tener una cosecha récord de casi 110 millones de toneladas de maíz y de más de 135 millones de toneladas de soja, el gobierno brasileño suspendió nuevamente la tasa del impuesto a las importaciones que se aplica a los granos (maíz y soja) y derivados (aceite y harina de soja) hasta el 31 de diciembre.
Según explicó la prensa especializada, esta decisión del gobierno brasileño “está conectada temporalmente con otra análoga que se había tomado en octubre del año pasado en la que se había autorizado la suspensión del impuesto a la importación de maíz hasta el 31 de marzo de 2021 y de soja, aceite crudo y harinas y pellets hasta el 15 de enero de 2021”.
“La expectativa, en ese momento, indicaron era que habría una estabilización en los precios externos y la cosecha de granos en 2021 tendría suficiente producción para reequilibrar la relación de precios con proteínas animales, reduciendo la presión de costos para las industrias integradoras. Sin embargo, esto no ocurrió” advirtieron y añadieron que “las cotizaciones internacionales siguen mostrando una tendencia alcista, ejerciendo aún más presión sobre los precios internos y de esa forma los brasileros toman esta medida estratégica para evitar presión sobre la agroindustria local”.