Tomar la mejor decisión posible, en el lugar correcto y en el momento adecuado, son algunas de las posibilidades que brinda la agricultura de precisión. Técnicos de Claas explicaron por qué el mundo forrajero es uno de los que más valora el aporte de datos en tiempo real.
En el marco del 20º Congreso Internacional de Agricultura de Precisión realizado en el INTA Manfredi, Claas exhibió la tecnología de sus picadoras Jaguar. Leonardo Gatti, jefe de la Academia Claas y del Centro de Soporte Técnico para Latinoamérica, junto a Jimena Paradela, miembro del equipo, explicaron por qué el mundo forrajero es uno de los que más valora el aporte de datos en tiempo real.
“Nuestro compromiso es siempre ir un paso más adelante”, destacó Gatti, mientras que Paradela agregó: “La tecnología nos permite saber qué se hizo bien, qué se hizo mal, dónde mejorar y, así, disminuir los costos y ser más eficientes”.
“Hoy nuestras máquinas nos arrojan una cantidad de información muy grande. Esa información hay que procesarla y brindarla como un insumo clave para que la toma de decisiones sea más certera”, dijo Gatti.
Según los expertos, una máquina Claas cuenta con cerca de 100 sensores que permiten arrojar datos muy valorados por productores y contratistas. Entre los más usados están los mapas de rendimiento, de materia seca o el desempeño a la hora de ahorrar combustible. Además, las Jaguar cuentan con el plus del sensor NIR que mide los niveles de materia seca y de nutrientes del material picado con una gran precisión. Este sensor también determina los componentes que varían según el cultivo en cuestión. Los valores medidos se pueden utilizar como base para la documentación.
Los especialistas explicaron que este aporte de datos se traduce, por ejemplo, en poder anticipar cómo será la calidad de la dieta de los animales, ya que va midiendo los porcentajes de fibra, de proteína y valor energético que tienen las sustancias que pasan por la máquina. Ubicada en el codo de descarga de la jirafa, esta herramienta es capaz de hacer hasta 20 mediciones por segundo para determinar el contenido exacto de humedad del cultivo. A su vez, el dato exacto de porcentaje de materia seca se vuelve también muy importante para definir la altura del corte y el largo del picado.
“De antemano, ya podés conocer la calidad de la dieta. Podemos detectar la cantidad de materia seca exacta que estamos produciendo por hora en cada una de las hectáreas. Y a su vez, tener esa información en nuestro celular en tiempo real a través del sistema de telemetría Telematics. De esa manera, el productor puede saber cómo balancear la alimentación, si es rica en nutrientes o si va a tener que complementar con algo más porque hay deficiencias de algunos nutrientes”, explicó Gatti y remarcó que anticipar este tipo de escenarios también trae aparejado el ahorro de costos innecesarios.
No obstante, Gatti y Paradela consideraron que todavía hay una brecha a la hora de sacar el máximo provecho de los datos en el lote. “La idea es que ese cúmulo de información termine en una prescripción”, remarcó Gatti. Ambos consideran que la tendencia de usar datos como insumos irá en aumento a medida que haya más disponibilidad de técnicos especializados y máquinas con capacidad de hacer agricultura de precisión con el foco puesto en una prescripción, como pulverización sectorizada o siembra variable, por ejemplo. Desde la marca sostienen que los nuevos tiempos premian a los intrépidos domadores de fierros, pero -sobre todo- de datos.
Sobre orugas
En el congreso, la compañía estuvo presente con la nave insignia de su equipo de picado: la Jaguar 990, con motor de 925 HP de potencia, equipada con un cabezal Pick Up 380 y un sistema de orugas Terra Trac, que es clave a la hora de reducir la compactación de los suelos. Este sistema mantiene un ancho de transporte dentro de los 3 metros con lo cual evita una serie de problemas que suelen ocurrir durante el traslado de los equipos entre campos.
Terra Trac es una oruga inteligente que en picado de pasturas levanta automáticamente su parte delantera -el 40 % de la oruga- cada vez que el operador dobla la dirección. De este modo, se minimiza el daño que la banda de la oruga pueda hacer a las plantas por su arrastre en la doblada.