Si bien el sorgo comenzó un proceso de expansión y de recuperación de superficie a nivel nacional, muy lejos se encuentra de los índices que supo tener en las décadas de 1970 y 1980.
La campaña 2020/21 de sorgo culminó con un crecimiento en su producción del 36% respecto al ciclo previo hasta las 3,4 millones de toneladas, mientras que la superficie ocupada por el cultivo tuvo una expansión del 26% hasta alcanzar las 950.000 hectáreas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
De esta manera, la campaña hace semanas concluida tuvo una cosecha de 900.000 toneladas superior a la campaña 2019/20, mientras que en lo que respecta al área, el incremento fue de unas 200.000 hectáreas.
Este crecimiento exponencial en ambos índices, de la mano de buenos precios internacionales, pero también producto de mejores rendimientos frente a otros granos gruesos como el maíz o la soja frente a inclemencias climáticas, comenzó hace ya tres campañas, pero promete tener una nueva expansión en su superficie en el ciclo por venir.
Si bien el sorgo comenzó un proceso de expansión y de recuperación de superficie a nivel nacional, muy lejos se encuentra de los índices que supo tener en las décadas de 1970 y 1980. Por esos años, la superficie del cultivo variaba entre 2,5 y 3 millones de hectáreas con una cosecha récord obtenida en 1982 con 8 millones de toneladas.