A partir de 2026, Senasa exigirá el uso de dispositivos electrónicos para garantizar trazabilidad y abrir nuevas oportunidades de mercado.
El Senasa estableció que, a partir del 1 de enero de 2026, será obligatorio el uso de caravanas electrónicas para la identificación individual de bovinos, bubalinos, cérvidos y equinos, según lo dispuesto por la Resolución 530/2025. La medida apunta a modernizar la trazabilidad animal y garantizar estándares de control sanitario acordes a las exigencias internacionales.
Villanueva, empresa referente en identificación animal y representante de Allflex en el país, ya trabaja para acompañar a los productores en este proceso. En diálogo con el programa Claves del Campo (AM 840 – Radio Salta), Juan Manuel Ortiz, líder de Desarrollo del Negocio Ganadero de la compañía, destacó que el mercado está preparado para la transición. “La norma se comunicó con tiempo y eso permitió a las empresas abastecerse de dispositivos y empezar a difundir sus beneficios”, señaló.
En la Argentina se comercializan alrededor de 14 millones de caravanas por año. Ortiz explicó que esa cifra podría tener un leve ajuste por la implementación de la normativa, aunque no será significativo: “Siempre hay recaravaneo interno por gestión de los productores, pero el volumen global se mantendrá estable”.
Uno de los puntos centrales de la resolución es el denominado “duplo de identificación”: cada animal llevará un botón electrónico y una caravana visual con el mismo número grabado en el chip. “La gran diferencia es que ahora, además de cumplir con la normativa, se abre la posibilidad de gestionar información de manera mucho más precisa. El botón electrónico es la llave para acceder a datos productivos y sanitarios del rodeo”, explicó Ortiz.
Los productores contarán con tres alternativas: botón electrónico, bolo ruminal y microchip subcutáneo. Sin embargo, la adopción será mayoritaria hacia el botón. “El 95 % del mercado irá por esa opción, porque es la más práctica. El bolo tiene ventajas en tambos y el microchip en equinos o genética, pero el botón es el estándar global”, precisó.
Consultado sobre la información que aporta esta tecnología, Ortiz aclaró: “El chip en sí solo brinda un número único. Lo importante es que a ese número se le pueden asociar datos con lectores, balanzas o softwares. En el mundo se utiliza para apartar vacas a inseminar, medir rendimientos o gestionar partos. Todo depende de cómo el productor quiera aprovechar la herramienta”.
Ortiz reconoció que todavía hay productores que perciben la obligatoriedad como un costo adicional. Sin embargo, aseguró que la inversión es marginal frente a los beneficios: “El duplo de identificación equivale al valor de medio kilo de ternero, alrededor de un dólar y medio por animal. No es una barrera de entrada, y el mercado ya muestra una adopción creciente: en un año pasamos del 8 % al 20 % del mercado oficial”.
Respecto a la comercialización, el sistema seguirá canalizándose a través de las veterinarias, que cuentan con más de 2.500 puntos de venta en todo el país. “El productor podrá elegir la marca que prefiera en un mercado libre, como viene ocurriendo con las caravanas convencionales”, comentó Ortiz y agregó que están avanzando con el programa “Villanueva Impulsa” en el que semanalmente realizan entre tres y cuatro charlas en veterinarias de diferentes localidades, donde participan ganaderos y técnicos de la firma, quienes explican los aspectos más que relevantes de la resolución y se habla sobre la tecnología atrás del ecosistema que hace a la solución de trazabilidad.
10 puntos fundamentales
Entre la información que debe tenerse en cuenta sobre las caravanas electrónicas y la normativa del Senasa se destacan:
1- Especies que deberán caravanearse: bovinos (vacunos), bubalinos (búfalos), cérvidos (ciervos criados en cautiverio), equinos. En el caso de los caballos, en el RENIE -Registro Nacional Individual de Equinos- o cuando se realicen intervenciones sanitarias oficiales. Por ahora es voluntario para ovinos, caprinos, camélidos sudamericanos y porcinos.
2- Dispositivos reconocidos por la normativa: una caravana visual, sumado a un dispositivo electrónico que puede ser:
a- Botón electrónico en la oreja (blanco).
b- Bolo ruminal.
c- Microchip (transpondedor inyectable).
d- Los dispositivos deben cumplir con estándares del ICAR (Comité Internacional para el Registro Animal), el único habilitado para certificar la calidad de los dispositivos electrónicos permitidos.
3- Tiempos de aplicación: la normativa entra en vigencia el 1 de enero de 2026 para bovinos, bubalinos y cérvidos. Todos los terneros/as de bovinos y de bubalinos o cérvidos deben ser etiquetados al momento del destete o antes de ser movidos por primera vez.
4- Responsabilidades: el responsable de la identificación y colocación de los dispositivos electrónicos en los animales es el productor que figure como titular del establecimiento ganadero. Deberá asegurarse de colocar correctamente la tarjeta visual y el dispositivo electrónico antes del primer movimiento o al momento del destete.
La forma correcta de la implementación es caravana botón electrónico en oreja derecha, tarjeta visual en oreja izquierda.
5- La lectura de los dispositivos también debe realizarse en los establecimientos agropecuarios, ya sea a cuenta propia del productor por servicio de terceros e informar al Senasa en forma previa o posterior a cualquier movimiento de los animales, en función de las exigencias de cada destino.
6- La medida no es retroactiva y sólo aplica a los animales que no hayan sido caravaneados al 31 de diciembre de 2025. En caso de pérdida, el productor deberá colocar un dispositivo de reemplazo dentro de los 30 días posteriores al descubrimiento.
7- La distribución y adquisición de los dispositivos se va a realizar a través de los canales habituales (veterinarias, distribuidores de insumos ganaderos, agronomías). Los productores deberán solicitarlos a los proveedores autorizados que estén autorizados e inscriptos para la comercialización del insumo.
8- Todos los animales estarán identificados con código RFID -también llamado código de identificación individual (CII)- de 15 dígitos que será asignado por Senasa.
Ese código se compone de 3 dígitos para identificar al país, dos dígitos para identificar la especie, un número de identificación individual y 10 dígitos. Vale recordar que la nueva normativa no contempla el CUIG en la nomenclatura de la individualización y también desaparece la correlatividad interna de cada establecimiento en la asignación de caravanas.
9- Colores de los dispositivos:
a- Blanco: para los bovinos, bubalinos y cérvidos que hayan nacido en establecimientos con vacunación contra aftosa (norte del Río Colorado)
b- Verde: para bovinos, bubalinos y cérvidos que hayan nacido en establecimientos donde NO se vacuna contra la aftosa (sur del Río Colorado)
10- Registro de los datos recolectados: se proyecta el desarrollo de un sistema digital para permitir el acceso seguro y amigable a la información generada por los dispositivos electrónicos a todos los integrantes de la cadena productiva. Hasta el momento no hay información respecto al avance de esta aplicación que se proyecta estar desarrollada en los próximos meses.