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Una tecnología que logra brachiarias más productivas desde la semilla

A través de la tecnología Biocout, Pemán Semillas transforma la producción de las brachiarias aportando microorganismos que potencian su desempeño.

La brachiaria es una pastura perenne tropical de gran productividad y calidad, destinada para ser utilizada en pastoreo en una amplia región del país, pero también se utiliza como cultivo de cobertura.

En la Argentina se adopta con éxito en los sistemas del NEA y NOA donde se siembra principalmente de octubre a diciembre en suelos que en general son deficitarios en nutrientes y donde el mercado de esta pastura se muestra en plena expansión.

En ese sentido, Peman Semillas lanzó una tecnología biológica aplicada a la semilla que permite potenciar su crecimiento inicial, logrando una rápida cobertura en cada metro cuadrado de suelo.

“Nuestras Brachiarias Biocout se diferencian del resto debido al tratamiento que le realizamos, incorporándole a las semillas microorganismos promotores de crecimiento que dejan disponibles nutrientes, como el fósforo, el azufre y el zinc”, cuenta la ingeniera agrónoma Rosalba Peman, vicepresidenta de Peman Semillas.

Se trata de la tecnología Biocout, que fue desarrollada con promotores de crecimiento biológicos (PGPMs), que le brindan a la pastura la posibilidad de expresar todo su potencial en suelos de baja y mediana fertilidad.

“El año de la brachiaria”

De acuerdo con la entrevistada, en un ciclo de producción en el que el cambio climático pone en duda el progreso de la campaña, disponer de innovaciones como Biocout reduce los peligros productivos que implica una temporada con baja probabilidad de precipitaciones.

Por otra parte, insistió en que las brachiarias generalmente se implantan en suelos pobres de nutrientes básicos. “En el norte de Santa Fe, Corrientes, el este de Formosa, y el este de Chaco, los suelos son pobres en fósforo y los productores deben fertilizar sus pasturas con grandes cantidades de este elemento. Sin embargo, con la tecnología Biocout, que solubiliza el fósforo que existe en el suelo y promueve el desarrollo radicular, la fertilización complementaria se reduce notablemente”, contó Pemán.

Por ello recordó que esta innovación en el tratamiento de las semillas cuenta además con fungicidas e insecticidas, que permite implantar esta forrajera de forma segura y sanitariamente estable.

Un posicionamiento exclusivo

Las Brachiaria Biocout de Peman Semillas son desarrolladas para hacer un uso más eficiente del fósforo del suelo. “El desarrollo radicular que se logra permite explorar mejor el suelo y solubilizar nutrientes mejorando también el ingreso de agua a la planta”, indicó.

Entre los materiales comerciales que ofrece el semillero, se destaca la Brachiaria Marandu Biocout y la Brachiaria Piata Biocout. Ambas son destinadas a la producción de forrajes para alimentos de los animales, principalmente en pastoreo directo.

Sin embargo, también cuentan con el desarrollo de otra brachiaria que se está difundiendo ampliamente en el NOA (Salta-Tucumán) y NEA y se usa principalmente como cultivo de cobertura en lotes de maíz (sistema Santa Fe) Se trata de la Brachiaria ruziziensis con tratamiento Biocout.

“Lo más relevante de estos materiales es que pueden lograr 30% más de producción en su etapa inicial, ya que le brinda al cultivo mejor solubilización del fósforo disponible y mayor captación de agua a diferencia de las brachiarias convencionales”, dijo Rosalba Peman.

Las Brachiarias Biocout utilizadas como forrajeras tienen larga una vida productiva, dependiendo del manejo y la región donde se implante, y la recomendación de siembra está en el orden de los 8 kilos de semillas por hectárea.

“Es una propuesta que va en sintonía con la sustentabilidad, debido a que genera un balance de carbono más positivo, puesto que el productor utiliza menos fertilizantes, protegiendo de esta manera el medio ambiente”, concluyó.