La detección temprana de la Diarrea Neonatal de los terneros y la intervención rápida son fundamentales para minimizar los efectos negativos en los animales y en la producción ganadera en general.
La Diarrea Neonatal, también conocida como Diarrea del Ternero o Diarrea del Recién Nacido, es una enfermedad común en los terneros entre las 12 horas de nacidos y sus primeros 35-40 días. Se caracteriza por la presencia de heces líquidas o semilíquidas, frecuentes y abundantes en los primeros días de vida del ternero. Esta enfermedad puede tener diversas causas, siendo las más comunes las infecciones bacterianas, virales o parasitarias.
Esta patología puede tener un impacto significativo en la salud y el bienestar de los terneros, así como en la productividad ganadera. Los terneros afectados sufren deshidratación, desnutrición y debilidad, lo que resulta en un crecimiento deficiente y en algunos casos, la muerte. Además, la enfermedad generalmente requiere de tratamientos médicos, focalizados en la rehidratación y uso de antibióticos de ser necesario, lo que puede implicar costos adicionales para los productores.
Para prevenir y controlar la Diarrea Neonatal, se implementan medidas de manejo y prácticas de higiene adecuadas. Esto incluye mantener un ambiente limpio y seco para los terneros, garantizar una nutrición adecuada a través de la alimentación de calostro de calidad y una buena higiene en la manipulación de este, así como asegurar un programa de vacunación adecuado para prevenir enfermedades infecciosas.
De acuerdo a las recomendaciones del médico veterinario Nicolás Palacio, coordinador de Servicio Técnico del Laboratorio CDV, es fundamental aplicar a las madres en el último tercio de la gestación la vacuna CDVac Diarrea Neonatal Plus, de esta manera nos aseguramos que los anticuerpos que la madre genere y concentre en el calostro, pasarán al ternero en los primeras horas de vida a través del mismo y lo protegerá de la Diarrea Neonatal, evitando gastos de tratamientos y permitiendo que crezca sano y productivo.
Esta enfermedad tiene una morbilidad de un 60% y una mortalidad de un 20 %, lo que indica la importancia de la prevención. En cuanto a los tratamientos el costo ronda los 8-10 kg de ternero, sin tener presente el gasto operativo y la posible mortalidad que igual puede suceder si no son tratados a tiempo. Siguiendo este análisis, el costo de tratamiento de un ternero equivale a vacunar con dos dosis a 11 vientres, lo que remarca la importancia de la prevención, no solo en este tipo de enfermedades, sino a nivel general.
Los terneros afectados con cuadros severos de diarrea tendrán un desarrollo más lento, lo cual impactará en su desempeño futuro.
¿Qué podemos hacer?
Además de contar con un buen esquema de vacunación preparto, basándonos en la aplicación de vacuna CDVac Diarrea Neonatal Plus, 60 y 30 días antes del parto para evitar o bien disminuir la severidad del cuadro clínico y la cantidad de virus infeccioso excretado al ambiente (es decir que los terneros de madres vacunadas presentan diarreas leves o no las presentan; y aunque siguen excretando virus al ambiente, lo hacen en menor cantidad), disminuir el contacto con agentes infecciosos es una de las medidas de manejo aconsejable.
Esto se puede lograr llevando las madres a punto de parir a potreros reservados para parición, sin ocupación reciente de bovinos. De esta manera, tendríamos un ternero recién nacido en un medio con reducida contaminación.
Armar rodeos no muy grandes, evitando la alta carga, disminuye la posibilidad de propagación de patógenos.
Es de vital importancia aumentar la frecuencia de recorridas, de esta manera lograremos una detección temprana de los enfermos y podremos realizar su pronto tratamiento.
Los terneros con diarrea generalmente no mueren por la infección bacteriana o viral, sino por el alto grado de deshidratación y desbalance electrolítico, he aquí la importancia del rápido tratamiento.
Gestión por datos: una manera de prevenir a mediano plazo
Hoy en día se utilizan indicadores ganaderos para medir y monitorear el desempeño de la producción ganadera. Estos indicadores pueden incluir el índice de conversión alimenticia, el índice de preñez, el índice de destete, la tasa de crecimiento, la eficiencia reproductiva, entre otros. Los indicadores proporcionan una visión general del rendimiento de la ganadería y permiten comparaciones a lo largo del tiempo y entre diferentes explotaciones ganaderas.
La gestión basada en datos e indicadores en la ganadería puede ayudar a los productores a tomar decisiones más precisas y estratégicas, mejorar la eficiencia y productividad de la explotación ganadera, y optimizar los recursos disponibles. Además, puede contribuir a la identificación de desafíos y oportunidades para la mejora continua en la producción ganadera. En este sentido debe promoverse el registro de casos de enfermedades, brotes, características y condiciones de los espacios productivos, tratamientos, vacunación, es decir, todas las medidas vinculadas a la sanidad animal de los planteos ganaderos para tener un historial y evolución de la situación en particular de cada productor lo cual conlleva a poder realizar análisis y resultados más precisos de mejora.
Resultados de la campaña de destete 2023
En marzo de este año, como es usual, comenzaron los destetes (más allá de algunos que fueron adelantados por la situación climática), y con ellos, se inició la primera campaña de vacunación de los rodeos. En palabras del médico veterinario Nicolás Palacio, referente del Laboratorio CDV, compañía dedicada a la elaboración de vacunas para la prevención de enfermedades animales, que cuenta con alrededor del 20% de participación del mercado argentino: “Conforme a los resultados de venta de CDV en el período de noviembre a marzo, considerando que muchos comienzan a vacunar al pie de la madre, podemos ver que vamos camino a un crecimiento en dosis, con lo cual se podría estimar que la caída en dosis que se observó en el año 2022, podría ser recuperada.”
Ahora bien, ¿qué pasaría si la vacunación en las campañas de destete disminuye? La disminución de la vacunación en las campañas de destete podría tener consecuencias negativas en términos de salud y productividad ganadera. Es importante mantener una vacunación adecuada y continua para proteger y mantener la salud del ganado bovino. Algunas consecuencias podrían ser:
Aumento de enfermedades: la vacunación es crucial para prevenir enfermedades en el ganado bovino. Si se reduce la vacunación, los animales serían más susceptibles a enfermedades haciendo más complicado su control y tratamiento. Esto puede resultar en un aumento en la propagación de enfermedades y afectar la salud y el bienestar del ganado, y personas, para aquellas enfermedades con riesgo zoonótico.
Mayor mortalidad: la falta de vacunación adecuada puede aumentar la mortalidad en el ganado bovino. Las vacunas ayudan a proteger a los animales contra enfermedades graves y potencialmente mortales, además hace que los animales que más allá de estar vacunas se contagien respondan mejor a los tratamientos, utilizando menos cantidad de antibióticos y evitando generar en cierta manera resistencia a los mismos
Pérdida de productividad: las enfermedades pueden afectar negativamente la productividad del ganado. Los animales enfermos pueden tener un crecimiento más lento, una disminución en la producción de leche o carne, y requerir tratamientos costosos. La falta de vacunación adecuada puede llevar a una disminución en la eficiencia y la rentabilidad de la producción ganadera. Solo hablando de Enfermedad Respiratoria Bovina (ERB), se estima una pérdida de 20-25 kilos entre un animal afectado versus a uno que no tuvo enfermedad, y si hablamos de queratoconjuntivitis infecciosa, podemos esperar que un animal afectado tenga una menor ganancia de peso, entre 10-12 kg menos, que uno sano. Estamos frente a un escenario de continua evolución, donde la inversión en el bienestar animal, el avance de la tecnología, la ciencia y la gestión por datos son el nuevo camino de transformación para lograr un planteo ganadero exitoso.