La medida, publicada el pasado 6 de abril en el Boletín Oficial, se adoptó tras un riguroso análisis de riesgo sobre las condiciones fitosanitarias que afectan al cultivo y la inocuidad de la banana en los circuitos comerciales.
El transporte de banana en fresco en todo el país deberá realizarse desde octubre próximo amparado por el Documento de Tránsito Vegetal electrónico (DTV-e) establecido por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
“La trazabilidad de esta fruta en el mercado nacional fortalece la inocuidad del producto que llega a los consumidores”, destacaron desde el organismo sanitario.
El trámite para obtener el DTV-e debe realizarse a través del Sistema Integrado de Gestión del Documento de Tránsito Sanitario Vegetal (SIG-DTV), establece la Disposición Conjunta 1/2021 de las direcciones nacionales de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria y de Protección Vegetal del Senasa.
La acción de los agentes regionales del Senasa en las provincias productoras de banana y los Puestos de Control Fronterizos por los que ingresa la fruta importada, con la colaboración de la Cámara Argentina de Bananas y Afines, permitió construir un mapeo de los establecimientos de maduración en todo el país donde se almacena esta fruta.
Esto posibilita la identificación de este eslabón trascendental de la cadena para alcanzar los parámetros de calidad de la banana. La banana es la fruta más consumida de la Argentina, con un promedio de ingesta anual de alrededor de 12 kilos por habitante, y casi 80% del abastecimiento es importado (Ecuador, Brasil, Colombia, Bolivia, Paraguay, etc.)
La producción local de banana abarca unas 5.400 hectáreas en las provincias de Salta, Jujuy, Formosa y Misiones; y la normativa vigente establece una serie de medidas tendientes a la preservación de su estado fitosanitario. Además del DTV-e, será necesario inscribirse en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa), lo que favorecerá la “regularización de buena parte de los productores de la fruta, con la consecuente inclusión y acceso a mejores condiciones de producción”.
Al mismo tiempo, agregó el Senasa, “brindará oportunidades de progreso en las etapas de procesamiento, empaque e identificación, con beneficios directos en la calidad e inocuidad de los productos cultivados localmente”.
De este modo, el Senasa “contribuye al desarrollo territorial y al crecimiento de las economías regionales alrededor de esta fruta que cuenta con la preferencia del público consumidor”, concluyó.