El cultivo cuenta con un creciente interés económico debido a que en el mercado internacional puede comercializarse a más de 1.500 euros el kilo.
La producción argentina de trufas, un hongo comestible que se encuentra por debajo de la tierra, comenzó a expandirse en la última década y en la actualidad existen 15 emprendimientos dedicados a este negocio, informó el Gobierno.
La Argentina se convirtió en uno de los pocos países productores y exportadores de la trufa negra del Perigord, un cultivo con un intenso aroma de color negro que se usa como aromatizante en todo tipo de platos.
Para el secretario de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores de la Nación, Guillermo Merediz, la Argentina “tiene una matriz exportadora agrícola. Pero la producción de alimentos de valor agregado como éstos, es una oportunidad para mostrar las capacidades del país”.
“Tenemos un rol estratégico en la búsqueda de innovación y el acompañamiento con financiamiento para la inversión productiva”, añadió.
En la última década, el negocio de las trufas comenzó a expandirse en la Argentina y una de las pioneras en el sector es Trufas del Nuevo Mundo, una pyme que cuenta con más de 50 hectáreas en la localidad bonaerense de Espartillar y para 2024 espera alcanzar una producción de 1.500 kilogramos anuales, destacó el Gobierno en un comunicado.
Con la asistencia del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), esta pyme comenzó a exportar “el diamante negro” de la gastronomía. El organismo asesoró a la compañía para la exportación en el envasado (que se realiza con un vacío parcial y papel absorbente en cajas refrigeradas), el registro del producto y la elaboración de su etiquetado nutricional.
La empresa, pionera en la elaboración local, realizó el primer envío del singular producto a España y Francia el año pasado y prevé llegar a los Estados Unidos y el Reino Unido en los próximos meses.
De capitales nacionales, esta pyme nació en 2012 y lleva invertidos US$ 3,6 millones hasta la fecha, destinados a la producción, la construcción de un complejo y el proyecto exportador. En 2020, exportó 16 kilos de los 170 que cosechó: “la intención es, al menos, duplicar los volúmenes año a año.
Estimamos llegar a 2024 con dos toneladas cosechadas y 1,5 exportadas”, destacó el encargado de la Comercialización de Trufas del Nuevo Mundo, Faustino Terradas.
Para este año, prevé una producción de 400 kilos y despachos al exterior por 250. “Hay bastante potencial del producto, sobre todo en la Patagonia” puntualizó Terradas y remarcó que según datos del Centro de Investigación Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), en el sur del país hay al menos un millón de hectáreas aptas para la truficultura.
Australia y Chile lideran actualmente la producción global de trufas, según la información oficial.