El BIRF le asignó al Ministerio de Agricultura de la Nación US$ 550 millones, de los cuales 55 son para el INTA y se destinarán a fortalecer y expandir las incubadoras de PyMEs y de emprendimientos de base tecnológica vinculadas al sector agropecuario.
Como el mayor banco de desarrollo del mundo, el BIRF (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento) apoya la misión del Grupo Banco Mundial y proporciona financiamiento a los países prestatarios que lo necesitan como un vehículo para transferir conocimientos mundiales y asistencia técnica. En esta línea, brindó un préstamo de 550 millones de dólares al Ministerio de Agricultura de la Nación, de los cuales 55 son para el INTA, que se suman a una contraprestación de otros 10 millones de dólares que aporta el organismo.
La entrega se realizó en el marco de una nueva reunión del Consejo Federal Agropecuario (CFA) del que participaron el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, junto al director del Banco Mundial para la Argentina, Paraguay y Uruguay, Jordan Schwartz, y los gobernadores Gerardo Zamora por Santiago del Estero y Jorge Capitanich por Chaco y Mariano Garmendia –presidente del INTA–, entre otras autoridades nacionales y provinciales.
Esta cifra está destinada a fortalecer y expandir las incubadoras de PyMEs y emprendimientos agropecuarios con base en la innovación y tecnología. Además, se invertirá en la digitalización del organismo y formación de recursos humanos en línea con el agregado de valor y la agricultura climáticamente inteligente.
En su discurso, Julián Domínguez –ministro de Agricultura de la Nación– aseguró: “Tenemos la firme decisión de acompañar el desarrollo productivo de la Argentina, de manera federal y con perspectiva de futuro”. Y agregó: “El mundo nos convoca a asumir los desafíos del cambio climático, a producir más y mejores alimentos y ser protagonistas en la seguridad alimentaria global”.
En ese sentido, Domínguez concluyó: “Argentina, a través del desarrollo científico y biotecnológico y las tecnologías Agtech está en condiciones de realizar una nueva revolución productiva ya que contamos con los productores más competitivos del mundo”.
El proyecto “Sistemas Agroalimentarios Climáticamente Inteligentes e Inclusivos” cuenta con 550 millones de dólares en total que ejecutará el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, de los cuales 55 millones son para el INTA. En este punto, Mariano Garmendia –presidente del INTA– destacó el proyecto que acompaña el BIRF y aseguró que existe “mucha expectativa”.
“Es el puntapié para iniciar un proceso de transformación digital del INTA”, señaló Garmendia y agregó: “Esto permitirá el relanzamiento del organismo, mediante la mejora de los repositorios digitales y del fortalecimiento del software para acompañar la digitalización del agro”.
“Además, formaremos recursos humanos e impulsaremos la generación de start ups de base tecnológica vinculada al sector agropecuario. Reforzaremos INCUINTA e INCUVA y crearemos 3 nodos más en Tucumán, Mendoza y Bariloche, en Río Negro”, indicó el presidente del INTA.
Un crédito para impulsar la innovación y la tecnología
El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) es una cooperativa internacional dedicada al desarrollo, propiedad de los 189 países que lo integran. Como el mayor banco de desarrollo del mundo, apoya la misión del Grupo Banco Mundial y proporciona financiamiento a los países que lo necesitan.
El programa “Sistemas Agroalimentarios Climáticamente Inteligentes e Inclusivos” cuenta con 550 millones de dólares en total que ejecutará el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación para el desarrollo agrobioindustrial argentino.
Del préstamo, 55 millones de dólares son para el INTA, quien, a su vez, aporta otros 10 millones. Así, el organismo forma parte del componente 3 del proyecto que tiene como objetivo el fortalecimiento de sus capacidades y la transformación institucional del INTA para promover un sistema agrobioindustrial innovador y climáticamente inteligente, innovador e inclusivo.
Por un lado, para la transformación institucional del INTA se invertirá en la modernización de la infraestructura, equipamiento y licenciamiento de softwares. También se invertirá en equipamiento y laboratorios para fortalecer las capacidades en biotecnología, genómica, bioinsumos, inteligencia artificial y preservación de recursos genéticos.
Además, se modernizará el instrumental para la medición de atributos de recursos naturales, tales como calidad de agua, captura y secuestro de carbono, y suelos. A su vez, se fortalecerán los sistemas de extensión de INTA, con el objetivo de incrementar el alcance y la cobertura de las intervenciones actuales y promover políticas que promuevan un uso más intensivo de las tecnologías digitales.
A esto se suma la inversión en capital humano, con el objetivo de formar y capacitar a los profesionales del INTA del futuro.
En cuanto a las inversiones en el ecosistema de innovación agroalimentario, el proyecto considera el fortalecimiento de las incubadoras existentes (INCUINTA e INCUVA) y la expansión de este modelo de producción y transferencia de conocimiento y tecnología a otras macrorregiones del país.
Así, se invertirá en diferentes verticales que promueven el desarrollo de innovaciones tecnológicas, su adopción y escalamiento. Se priorizarán aquellas que trabajen tecnologías climáticamente inteligentes.