El Ipcva fomenta alternativas de manejo que mejoren la eficiencia de la producción de carne con menores emisiones de GEI.
En el marco de la promoción que el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) hace de alternativas de manejo que permiten mejorar la eficiencia de la producción de carne con menores emisiones de GEI por unidad de producto (“intensidad de emisiones”: GEI/kg carne), se presentaron algunos resultados del proyecto de investigación “Reducción de la intensidad de emisiones de metano y su impacto sobre la calidad de carne vacuna de sistemas de producción de base pastoril”.
Esta investigación, seleccionada y financiada por el Ipcva dentro de sus Compulsas Públicas de Investigación, estuvo a cargo de investigadores pertenecientes al grupo de Nutrición y Metabolismo Animal del INTA Balcarce y docentes-investigadores de las Facultades de Ciencias Veterinarias y Ciencias Exactas de la Unicen bajo la coordinación de los ingenieros agrónomos Horacio Gonda y Patricia Ricci.
Naturalmente los bovinos generan GEI como parte del proceso digestivo y a partir de sus excretas. Estas emisiones se encuentran relacionadas a las pérdidas de energía consumida por el animal que no es utilizada por el organismo. Por lo tanto, todas las medidas que busquen la mejora en la producción para disminuir las emisiones al ambiente no sólo van a reducir la contribución de GEI por parte de la ganadería, sino que también van a mejorar la eficiencia en el índice de conversión del alimento en producto (carne, leche, fibra). Por ello, el manejo de la calidad y cantidad de alimento que consumen los animales es una de las principales herramientas para mejorar la eficiencia de producción y la calidad del producto. Lo que permite acortar el tiempo necesario para alcanzar los objetivos de crecimiento y engorde planteados.
El proyecto evaluó el uso de la suplementación de novillos de carne en dos momentos de la recría, al inicio de un destete anticipado a corral y durante el pastoreo invernal de pasturas de alta calidad. El objetivo del mismo fue elegir la mejor combinación que demuestre un mejor desempeño productivo, características de la res y calidad de carne. Y a su vez, menores emisiones de GEI por unidad de producto. Este experimento se realizó con 40 terneros Aberdeen Angus, 20 de ellos fueron destetados a los 140 días de edad y alimentados a corral durante 60 días con una dieta a base de grano de maíz, expeller de soja y ensilaje de planta entera de maíz. Una vez finalizado este periodo, estos novillitos se juntaron con los 20 restantes que permanecieron al pie de la madre hasta los 210 días de edad y ambos grupos fueron recriados en pasturas de alfalfa y festuca, asignada en franjas de 3 días con alta carga animal.
En los meses de invierno, se realizó una combinación de tratamientos de alimentación temprana y suplementación invernal en pastoreo. La mitad de los animales destetados anticipadamente y la mitad que permaneció al pie de la madre fueron suplementados individualmente durante 90 días con grano de maíz molido al 1 % del PV, mientras que la mitad restante permaneció en pastoreo sin suplementación. Finalizada esta etapa, todos los novillos continuaron pastoreando las mismas pasturas hasta alcanzar los 300 kg de peso vivo, para ser luego alimentados durante 110 días con una dieta a base de grano de maíz, donde los animales alcanzaron en promedio un peso de faena de 422 kg.
Conclusiones
Los experimentos realizados demostraron que, si bien la suplementación en etapa temprana no tuvo ventajas a largo plazo, la suplementación invernal en pastoreo si permitió reducir significativamente la intensidad de emisiones de metano sin alterar el peso final de faena ni la calidad tanto de la carcasa como de la carne producida. Para todos los tratamientos, se observaron altos rendimientos de res (57,5 %), óptimo nivel de engrasamiento de res (9,4 cm) y buenos valores de terneza, que junto al color de la carne y de la grasa es uno de los parámetros de calidad de la carne más buscados por el consumidor. En este sentido y contribuyendo de forma positiva a la calidad de la carne, tanto el color de la carne como el de la grasa subcutánea fueron similares entre los tratamientos y no se encontraron cortes oscuros ni colores de grasa amarillentos que son rechazados por el consumidor.
A su vez, el proyecto en cuestión permitió evaluar un método alternativo para la medición de metano en condiciones de producción en pastoreo desarrollado en la Unicen. Se observó que la metodología de muestreo del aire expirado/eructado durante 5 días continuos produjo valores de emisión de metano similares a los medidos con el método original. Esta nueva metodología presenta ventajas operativas frente al protocolo original, ya que los animales son perturbados con menor frecuencia para recolectar sus muestras. Permitiendo mejoras en su comportamiento normal en pastoreo, y menor requerimiento de labores para recolectar las mediciones.
La importancia del trabajo es que facilitará de aquí en adelante la realización de mediciones de emisiones en establecimientos ganaderos comerciales. Permitiendo esto recolectar información con mediciones más precisas de la eficiencia de utilización de la energía en situaciones reales de producción.
“Este es un caso concreto de avances en la generación de conocimiento científico en Argentina para su potencial aplicación práctica en sistemas ganaderos comerciales. El manejo correcto de la calidad y cantidad de alimento que consumen los animales es una de las principales herramientas para mejorar la eficiencia de producción y la calidad del producto. Llegar al consumidor con el producto que más quiere y que es amigable con el medio ambiente. Esa es la mirada del Ipcva”, sostiene desde el instituto.