El diputado nacional Carlos Zapata denunció presiones del empresario Darío Pulenta (Director de Asuntos Externos en Philip Morris International) con relación a la problemática del impuesto interno a los cigarrillos.
Ayer el diputado nacional Carlos Zapata salió con los tapones de punta a responder a las acusaciones que vinculan su propuesta para elevar el impuesto interno a los cigarrillos a un lobby de Tabacalera Sarandí, la empresa de Pablo Otero.
El legislador salteño de Ahora Patria afirmó que el aumento de la carga tributaria, que estaba previsto en el proyecto original de la ley ómnibus y que iba a ser incluido en la reformulada ley de Bases, terminó retirado por presiones de la industria. “Estimo que el Poder Ejecutivo ha considerado que llevarla al recinto, en medio de semejante operación de desinformación y ataques cruzados de distintos intereses, iba a enrarecer el tratamiento de cosas que se necesitan de forma urgente, como la moratoria, los blanqueos y el impuesto a las ganancias”, manifestó Zapata en una entrevista con Radio Salta.
“No hay un Señor del Tabaco, sino dos: Uno se llama Otero, de Sarandí, y otro se llama Darío Pulenta, de Massalín Particulares”, aseguró. Del mismo modo, sostuvo que “se metieron dos lobbies: el de Sarandí y el de Massalín”. El legislador ligó a esta última compañía a denuncias infundadas y operaciones mediáticas. “Desde hace un tiempo vengo sufriendo un ataque coordinado y sistemático asociándome a Sarandí sin que exista tal asociación, la que ha sido potenciada, lo que me hace presuponer que hay una especie de colusión entre algún político de Salta con la empresa Massalín para ejercer presión sobre mi decisión al momento de votar. Y eso no va a suceder”, expresó.
Zapata aseveró que “buscan desprestigiarme con una maniobra coordinada y orquestada. A mí el señor Darío Pulenta me mandó un mensaje intimidatorio diciéndome que tenía que juntarme a acordar con él, porque estaba en juego el futuro y se cortaba acá. Por supuesto que lo saqué vendiendo almanaques”, denunció.
El legislador aseguró que “hasta el año 2017 estábamos bárbaros. Teníamos una tasa de impuesto interno del 75% y había un mínimo de tributación vinculada al precio o a lo que pagaba la categoría más vendida”. Reseñó que en ese momento se hizo una modificación, “impulsada básicamente por Massalín”, que redujo la carga impositiva al 70% y pasó la tributación mínima, que estaba asociada al cigarrillo más vendido, a un importe fijo en pesos. “Y ahí está la madre de todos los males”, dijo. Agregó que algunas empresas accionaron en la Justicia y una de las firmas llegó a una sentencia en segunda instancia que le dio la razón a su planteo inconstitucional por falta de proporcionalidad en las cargas tributarias. Al respecto, explicó que mientras una compañía pagaba el 70% del precio como impuesto interno, la tributación mínima llevaba a otras a pagar el 400%. “Entonces, no es cierto que no estén tributando. Están pagando el 70%, igual que Massalín, por ejemplo. Lo que pasa es que esto echa por tierra la pretensión de mantener una tributación alta porque hubo un gran error”, planteó el diputado salteño.
“Nosotros buscamos recuperar el nivel de recaudación del 2017. Entonces hubo un gran error. Cuando usted pone un impuesto mínimo tienen que pagarlo todos, no solo una parte y otra no. Hay que recomponer la recaudación, no solo por el objetivo del déficit cero sino para aumentar la coparticipación del ingreso del productor tabacalero y cumplir con el compromiso internacional de que no haya paquetes de cigarrillos baratos”, puntualizó.
Zapata insistió en que “la igualdad ante la ley significa que ante la misma situación usted paga el mismo impuesto”, y reiteró que “no es un tratamiento equitativo que a uno le exijan pagar el 400% del precio y al otro solo el 70%. También se aduce que cigarrilleras nacionales venden por debajo del precio y que se produce una venta en negro. Entonces es un problema de fiscalización de la AFIP”, aclaró, y observó que lo que entorpece el control es el hecho de que ya no se imprime el precio del paquete en la estampilla. “La tributación tiene que ser equitativa, proporcional y garantizar el principio de igualdad ante la ley. Entonces, impuesto fijo del 75% para todos y estaremos todos bien”, acotó. Sobre el proyecto empantanado, Zapata consideró que “seguramente se va a tratar después, porque hay que regularizar el tema de la baja tributación”.
Fuente: El Tribuno