En una entrevista publicada por El Tribuno Campo, Juan Luis Uccelli, consultor del sector porcino y ex presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), se refirió a las posibilidades de desarrollar en Salta una producción de carne porcina con destino a China.
“Considero que Salta es una de las provincias que más capacidad tiene para crecer en producción porcina”, dice Juan Luis Uccelli, consultor del sector porcino y ex presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP) -estuvo en el cargo durante casi 18 años-, de la cual actualmente es asesor.
Uccelli, quien conoce el sector porcino salteño y como presidente de la AAPP alentó a su crecimiento, tuvo una reunión virtual con el ministro de la Producción y Desarrollo Sustentable de Salta, Martín de los Ríos, en la que se abordó la posibilidad de la radicación en la provincia de explotaciones porcinas para exportar carne a China. En una entrevista en el programa Claves del Campo (Radio Salta) dio detalles del encuentro.
¿Cuáles fueron los temas que trataron con el ministro de la Producción?
Aclaramos los cambios que hubo desde hace un año atrás -cuando se comenzó a hablar de la posibilidad de establecer producciones para exportar carne porcina a China- a la realidad que hay hoy. Hubo muchos cambios, creo que todos positivos, desde el punto de vista que no se van a hacer mega granjas, no vamos a tener la cifra de locos que se tiró al principio de 3 millones de madres y 100 millones de cerdos, está mucho más acotado, dentro de las posibilidades de Argentina. Con una idea muy afianzada de protección del medio ambiente y medio ambiente social donde se realicen estas inversiones y que las mismas no van a estar concentrada en un campo sino en una región.
Hay más posibilidades de lo que se habló en su momento. Sigue estando presente -pero poco posible- la inversión directa de los chinos, o sea que vengan a hacer una granja en Argentina. Sí está la posibilidad, que se había hablado, de asociaciones entre chinos y argentinos; y aparece una tercera posibilidad, que puede ser interesante y cambia un poco la idea que había, que es que los chinos financien un proyecto argentino, de capitales argentinos, con financiación china y pagadero en carne de cerdo.
También hablamos del contexto general, porque acá estamos hablando de China exclusivamente, y Argentina tiene una posibilidad muy importante de aumentar el consumo de carne de cerdo en los próximos años y aparte podemos exportar a otros mercados. Hay que salir un poco de la idea unitaria de Argentina, en la que todo tiene que pasar por Buenos Aires o Rosario, razón por la cual hoy Salta está pensando en llegar al Pacífico y me parece que es una mirada totalmente distinta, positiva y entusiasmadora para ir a un país federal.
Habrá una segunda reunión con los interesados por Zoom y en algún momento una visita para colaborar con este proyecto que es amplio, no solamente lo de China, sino que incluye a los pequeños productores para mejorar su producción y abastecer un mercado local altamente demandante.
¿Qué impulsó los cambios desde la idea original a lo que hoy se pretende?
Primero la locura de las cifras Tuve la oportunidad de participar en todo el proceso y soy uno de los que han tirado ideas mejoradoras. Primero, de 3 millones de madres bajamos a 300 mil madres en 5 años. Ya hay un cambio fundamental ahí, vamos a crecer, pero de una forma ordenada, con la capacidad que tenemos.
No a tasas chinas…
No a tasas chinas y no con las ideas chinas.
Hoy, China está construyendo una mega granja de 84 mil cerdas, que implica más o menos 1 millón de cerdos, en 400 hectáreas, con 7 pisos de altura, o sea una locura desde donde se la vea. Los chinos trabajan así, genial; los argentinos no trabajamos así.
Entonces, el primer cambio que hubo y que estuvo en la charla con el ministro fue la realización de granjas inteligentes; en las cuales, por un lado, están las madres a las que se les da el servicio, que tienen la gestación, que hacen la parición y vuelven al circuito del servicio, y los lechones salen de ese establecimiento a engordarse en otros galpones fuera de ese predio y separados. Esto tiene una ventaja desde el punto de vista medio ambiental, de la extracción de agua y de la utilización de los efluentes.
Eso es lo que cambió en estas granjas inteligentes, estamos cuidando y protegiendo el medio ambiente y al medio ambiente social, con una idea más lógica y productiva, sin dejar de aprovechar la oportunidad de exportar a China.
¿Es un esquema parecido a la integración en avicultura?
Sí desde el punto de vista del manejo. Pero soy de la idea que no es el mejor ejemplo para seguir desde el punto de vista societario. Una de las cosas que resalté con el ministro es que todos tienen que ser socios, todos tienen que participar en todo, más allá de que yo engorde el lechón hasta gordo y me paguen por eso, después debo tener un rédito en el momento que la carne salga de Argentina para China.
Entonces, hay que armar la figura jurídica que corresponda, en la cual yo no sea un empleado sino un socio.
Cuando se dio a conocer la intención de llevar adelante estos desarrollos de producción porcina fueron atacados desde el punto de vista ambiental. ¿Qué riesgos hay al respecto?
Cuando salieron los números primeros números, exagerados, o cuando salieron los números del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, que iban a ser 12 mil madres en 100 hectáreas, que con sus crías son 150 mil cerdos; es ilógico, y me pongo en el mismo lugar que los ambientalistas, que haya oposición al proyecto. Porque es inviable desde el punto de vista ambiental y sanitario. Tengo todos los huevos en la misma canasta y sanitariamente -y hablo de las enfermedades del cerdo, no de las que dicen que del cerdo puede pasar al hombre y no está comprobado- y si me aparece una enfermedad me contagia todo el criadero que tengo en 100 hectáreas, que es lo que lamentablemente le va a pasar a los chinos en este mega criadero de 84 mil madres.
Entonces, separar los centros de producción en distintos campos es el primer avance. Pero, obviamente, no se va a poder instalar absolutamente nada si no hay un estudio ambiental y social del impacto de estos desarrollos; y esto es dar la total garantía de que lo que vamos a hacer no va a afectar al medio ambiente y, posiblemente, en algunos casos lo mejore.
¿Qué hay que evaluar respecto del impacto social?
El impacto social tiene dos acciones, la negativa y la positiva. La negativa es si pongo un mega criadero de cerdos cerca en una ciudad y tengo que tomar el agua subterránea, puedo afectar el agua de esa ciudad; los olores, los residuos. Todas esas variables están contempladas y se pueden operar en forma lógica si los volúmenes que manejo son adecuados.
La parte de positiva que hay que resaltar, y que pesa en la balanza, es la mano de obra que voy a necesitar en estas actividades. Se trata de gente capacitada, que controle servicios y partos, que verifique que los animales están en condiciones y en bienestar animal, entre otras actividades. Además del desarrollo agrícola de la zona en la que se instale el establecimiento.
Estos emprendimientos necesitarán de gran cantidad de maíz y otros subproductos agrícolas. De esto también se agarró el ambientalismo para criticar, sosteniendo incluso que podría ser causa de deforestación…
A nivel país estamos consumiendo para alimentación de cerdos 1,7 millones de toneladas, esto es el 3 % del maíz que producimos. Con este proyecto en general, en 5 años, vamos a consumir un 3 % más, y estamos exportando el 75 % de maíz. No tenemos que deforestar absolutamente nada; además, vamos a generar un producto que es el estiércol, que bien usado se usará para fertirriego, entonces vamos a dejar de usar fertilizantes inorgánicos.
Ahora, hay una ventaja muy importante para el NOA, que es el valor del maíz respecto del precio que se paga en Rosario. Se le va a poder pagar al productor un precio mucho mejor y el costo de producción en Salta del cerdo va a ser mucho más barato que el costo de producción cerca de los puertos. Estamos generando valor local.
Hoy Salta está trayendo carne de cerdo de otras provincias, irónicamente está mandando el maíz para que engorden esos cerdos en otras provincias. Entonces, vamos a hacer algo más lógico, pensando en forma federal, que es darle valor agregado local. Esa es la idea que nos expresó el ministro y qué tiene el Gobierno de la Provincia, dar valor agregado a lo que se hace y se hace bien.
¿El proyecto tiene un componente industrial?
Es obligatorio, porque los chinos quieren carne de cerdo, no cerdos. Estos proyectos van a incluir la instalación de frigoríficos en lugares adecuados, con condiciones medioambientales adecuadas, de última generación, con posibilidades de exportar no solo a China sino a Japón, que es el mercado más complicado, como para dar un ejemplo.
¿Cuál sería el derrotero futuro de estas negociaciones con China?
Los chinos van a aparecer acá después que se firme el acuerdo entre el presidente Fernández y Xi Jinping cuando viaje en mayo. Ese acuerdo, de 16 puntos, contempla el de los cerdos. La idea es tener para esa fecha uno o dos proyectos preparados y adelantados a la embajada de China, de manera que si el Gobernador de Salta viaja, se garantice tener conversaciones directas con los inversores. Porque los acuerdos van a ser de provincias chinas con provincias argentinas, la Nación no va a estar en el medio, pero dará el marco general para invertir, para venir a producir. Por eso, Salta tiene que estar preparado, cosa que cuando llegué allá esté ya adelantado el tema. Diría que Salta está en carrera y, si no está en el primer puesto, está entre los primeros.
¿En cuánto se puede cuantificar la inversión de un proyecto de este tipo?
Un proyecto de 15 mil madres -y vuelvo advertir que no es en un campo, sino en una región de unos 150 kilómetros-, con frigorífico incluido, estamos hablando de una inversión de 120 millones de dólares. Es una cifra muy importante y qué generará una facturación de unos 150 a 170 millones de dólares por año, una vez que esté funcionando.
Reitero, darle valor agregado al maíz y soja que hay en la zona, no ir hasta Buenos Aires, sino llegar a China por el Pacífico vía Chile y fomentar a todo el resto de la provincia para producir más para el mercado salteño y para exportar a otros mercados, es muy virtuoso. Y aquí estamos incluyendo a todos los frigoríficos que hoy están en Salta, no es un tema de apoyar a unos y borrar a otros, sino sumar a todos en un proyecto provincial, dentro de un proyecto nacional que es exportar carne de cerdo.
Estás transformaciones son mucho más inclusivas que la idea primigenia que había.
La idea primigenia fue hecha por gente que no sabe de cerdos; entonces, cuando le preguntás a alguien que no sabe de cerdos, hace numeritos, multiplica y aparecen esos números estrambóticos de 3 millones de madres, de 100 millones de cerdos, una locura total.
Después esas ideas se bajan a la tierra, se adecúan a las realidades de Argentina y desaparecen las megas granjas y aparecen las granjas inteligentes y en ese proyecto estamos.
Por: Belisario Saravia Olmos
Fuente: El Tribuno Campo