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Uso responsable de fitosnitarios para la preservación del Cóndor Andino

El Senasa transmitirá a productores la importancia de evitar el uso de productos no autorizados en el control de depredadores silvestres.

En el marco de sus acciones en el cuidado de la salud animal y del ambiente, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Alimentaria (Senasa) participó de una disertación virtual sobre el uso de cebos tóxicos y sus efectos en la conservación de esta especie protegida dictada por el Programa de Conservación del Cóndor Andino de la Fundación Bioandina. Al encuentro asistieron agentes del Programa de Fauna Silvestre del Senasa y durante su transcurso disertaron Rayen Estrada Pacheco y Luis Jácome, miembros de la Fundación Bioandina.

El Programa de Conservación Cóndor Andino, viene trabajando los últimos 30 años en la preservación de esta especie catalogada como amenazada y que se encuentra distribuida en 14 provincias de la Argentina. Debido al uso ilegal de cebos tóxicos para el control de depredadores como el puma y el zorro se han producido más de 100 muertes de estas aves.

La disertación tuvo como objetivo mostrar esta temática al personal de campo del Senasa para que sepan transmitir a los productores la importancia de evitar el uso de productos tóxicos para el control de especies silvestres y los riesgos asociados a estas prácticas.

Desde el Senasa aclararon que sólo pueden utilizarse aquellos productos debidamente registrados, para los usos aprobados, y bajo las condiciones de buenas prácticas. El uso de sustancias prohibidas y el desvío de uso de las sustancias permitidas constituyen violaciones a la normativa vigente.

La Resolución Senasa 263/2018, rectificada por la 670/2018, prohíbe la elaboración, importación y fraccionamiento de la sustancia activa carbofurán, entre otras, y sus productos formulados. Se encuentran exceptuadas de esta prohibición las formulaciones en gránulos de carbofurán al diez por ciento (10 %), atento que es la única alternativa de aptitud insecticida y nematicida en los cultivos de papa y ajo.

Con el fin de asegurar el cuidado de la salud humana, animal y del ambiente, todos los productos de uso agrícola deben ser aplicados con el asesoramiento de un ingeniero agrónomo, únicamente en los cultivos para los que se encuentran autorizados, respetando las indicaciones de su etiqueta: dosis, momento de aplicación y medidas precautorias, y cumpliendo las normas provinciales o municipales que en cada caso se apliquen.

“Las provincias conservan las facultades constitucionales que les son propias, para la recomendación y el establecimiento de condiciones de aplicación o las prohibiciones que consideren necesarias. Para ello los organismos provinciales y municipales cuentan con equipos de profesionales que están en condiciones de evaluar el establecimiento de las normativas que en cada caso se requiera, indicando las condiciones de aplicación, teniendo en cuenta no solamente la clase toxicológica de los productos a aplicar, sino también la distancia a poblados, áreas de escuela, las condiciones climáticas o cualquier otra característica particular del lugar”, destacó el Senasa.

Además del marco normativo relacionado con los productos fitosanitarios, el Senasa entiende la importancia de desalentar su uso para el control de depredadores. Por ese motivo, en su página web incorporó un apartado donde se describe este problema y se compila toda la información disponible al respecto elaborada por el INTA, el Centro de Ecología Aplicada del Neuquén y Wildlife Conservation Society para aquellos profesionales, técnicos y productores que busquen alternativas de manejo de esta problemática.