La empresa y las instituciones firmaron un convenio que busca desarrollar surfactantes biodegradables a partir de procesos de fermentación bacteriana en laboratorio.
La empresa Ledesma, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional de Salta firmaron un Convenio de Investigación y Desarrollo (I+D) para optimizar la producción de biosurfactantes a partir de un proceso de fermentación bacteriana en un biorreactor a escala laboratorio.
Los surfactantes son moléculas tensioactivas con propiedades que han sido exploradas por una gran variedad de industrias. Son ampliamente utilizadas productos de limpieza y detergentes, en medicina, cuidado personal y como agentes humectantes, dispersantes, emulsionantes y antiespumantes. Sin embargo, los surfactantes químicos pueden tener un impacto ambiental significativo. Algunos no son biodegradables y pueden acumularse en cuerpos de agua, afectando la vida acuática o persistir en el medio ambiente. Por esta razón, la industria está desarrollando surfactantes más ecológicos y biodegradables, como los biosurfactantes.
Los biosurfactantes son moléculas orgánicas producidas por microorganismos que tienen en su estructura una parte con afinidad al agua y otra que rechaza el agua. Por estas características pueden servir como emulsionantes, humectantes, detergentes o solubilizantes y se pueden emplear en distintas industrias, tales como farmacéutica, alimenticia, cosmética y agrícola, entre otras.
Para los ensayos de laboratorio, se utilizarán subproductos industriales de Ledesma. Además, la empresa compró un biorreactor de 7 litros, que entregó en comodato al grupo de trabajo. Este equipo permitirá el escalado y la optimización de la producción del bioproducto. Asimismo, Ledesma también trabajará en sus laboratorios para optimizar las condiciones de producción.
“El objetivo de la investigación es abaratar costos; purificar, caracterizar e identificar las moléculas obtenidas para evaluar sus posibles aplicaciones industriales, y determinar si el biosurfactante obtenido cubre algún nicho particular y resulta competitivo en el mercado”, explicó Adriana Rodríguez, jefa de investigación y desarrollo sustentable de Ledesma.
“La búsqueda de alternativas más sustentables para mejorar distintos productos y procesos productivos es un compromiso que tiene Ledesma y que desde la Dirección de Innovación empujamos a diario. Este proyecto es una muestra más de ello”, sostuvo Humberto Solá, director de Innovación, Energía y Medio Ambiente de Ledesma, quien también destacó que este año Ledesma va a empezar a producir vajilla descartable a partir de la caña de azúcar. Este nuevo producto, que abarca bowls, platos y vasos, representa una alternativa sustentable al plástico de un solo uso, ya que es reciclable, biodegradable y compostable.