Dirigentes rurales denunciaron que fueron asaltadas cuatro fincas en dos días. La Secretaría de Seguridad afirmó que en la Policía solo se registró un hecho.
Entre los finqueros del departamento Anta hay preocupación. Una serie de robos en la localidad de Las Lajitas días atrás volvió a prender señales de alerta. ¿Es una banda de delincuentes? ¿Personas que actúan solas? ¿Conocían las fincas antes de entrar? Esas son los cuestionamientos que surgieron después.
El productor y presidente de la Sociedad Rural, Carlos Segón, contó a El Tribuno que se produjeron cuatro robos a productores de la localidad ubicada en el departamento de Anta, en tan solo dos días. Las fincas robadas se encuentran sobre la puta provincial 5.
Los finqueros intuyen que los malvivientes podrían integran una banda delictiva con conocimiento sobre el movimiento que tienen los campos. Especulan esto porque las viviendas que robaron no están a la orilla de la ruta, sino que se encuentran “campo adentro” y hay que recorrer hasta tres kilómetros para llegar a esos lugares.
“En los robos se llevaron objetos de la casa y no agroquímicos. Son más bien delincuentes en busca de dinero porque encontramos sillones y muebles rotos. En dos días hubo cuatro asaltos en la ruta 5. Entraron de noche a las casas de las administraciones y violentaron las cerraduras, por suerte no había gente. Los productores ya hicieron las denuncias, pero por ahora no hay ninguna novedad”, expresó.
En la localidad de Las Lajitas ya se vivió un escenario similar hace tres años. En esa oportunidad hubo una ola de robos en los que los malvivientes ingresaban a las fincas a sustraer agroquímicos. En esa época había un mercado paralelo ya que su precio era en dólares.
“Ahora es otra modalidad ya que entraron a buscar más que nada objetos de valor. Debe ser gente de la zona porque hay que conocer a las fincas ya que son casas que están ubicadas adentro de los campos, no están sobre las rutas. O sea que hay que tener un conocimiento previo. Por el momento estamos a la espera de si hay alguna novedad”, expresó Carlos Segón.
En junio de este año, los productores del Valle de Lerma también fueron víctimas de una ola de robo violentos. Eso llevó a que varios finqueros declaren en los medios que se iban a armar para evitar robos dentro de sus propiedades. En ese momento, los intendentes del interior y los dirigentes políticos tomaron distancia de la postura de los productores y abogaron por otras salidas ante la inseguridad.
“Por suerte ahora no hubo hechos de violencia porque entraron en momentos que no había gente. Pero, además, es para pensar que es la misma banda la que hizo los cuatro robos porque fueron en dos días. Nosotros pensamos que conocen el lugar porque son casas que tenés que entrar a tres kilómetros de la ruta y conocer el movimiento que hay”, remarcó el titular de la Rural.
Un hecho delictivo
Consultada por El Tribuno, la secretaria de Seguridad de la Provincia, Frida Fonseca, aseguró que hasta el momento hay un solo hecho de robo denunciado en Las Lajitas y aclaró que se están haciendo las investigaciones. Está interviniendo la Delegación Fiscal Penal de Las Lajitas que está a cargo de la doctora María Moyano y la comisaría 51.
“Es el único hecho que tengo como referencia que se ha denunciado en la actualidad. Es un robo, aparentemente han sacado armas y recursos económicos. No hay ningún otro hecho denunciado. En el año es el primer hecho de esta naturaleza, entonces si hubo otros capaz que todavía no se han denunciado”, afirmó la funcionaria provincial.
El hecho registrado fue denunciado el 12 de septiembre. Las fuerzas policiales hicieron un relevamiento y entrevistas con las partes damnificadas. Se pidió la declaración de los testigos, se hizo un rastrillaje en las inmediaciones del lugar y se pidió oficios judiciales para la empresa de telefonía. “Se está haciendo un proceso de investigación para ver si se puede detectar quiénes son los responsables”, agregó.
La funcionaria provincial comentó que se está trabajando en Las Lajitas en la creación de la nueva regional con cabecera que va a abarcar todas las localidades que están sobre la ruta 5 y se está trabajando en la planificación de la base operativa regional.
“A mi criterio se le debería agregar un equipo de investigaciones. En cada una de las regionales que se van sumando sería bueno incluir la parte operativa y también una base investigativa para que se pueda agilizar la investigación criminal. Es algo sobre lo que yo estoy insistiendo porque me parece importante”, finalizó Fonseca.
Productores alertan sobre los robos y el consumo de drogas
Afirman que los hechos de inseguridad se deben a un aumento de adicciones. En Las Lajitas, durante el último fin de semana se registraron cuatro saqueos.
Productores de Anta están en alerta por los crecientes hechos de inseguridad que están ocurriendo en la zona. En el campo denuncian que los robos que sufren ya no son incidentes aislados, sino que se han transformado en moneda corriente.
Desde hace años los productores vienen denunciando hurtos de cosechas, agroquímicos y elementos de trabajo. Aseguran que, en algunos casos, son robos violentos. Este último fin de semana, empresarios rurales salieron a informar que bandas de delincuentes comenzaron a entrar a sus fincas para llevarse efectivo y otras cosas de valor.
“Está bravo el tema”, alertan los productores de la zona. Aseguran que los robos pueden ser por falta de trabajo, pero también aseguran que hay mucho consumo de drogas y que eso está incidiendo.
“Esa inseguridad que sufrimos está relacionada con el consumo. Son bandas que buscan robar objetos para venderlos o plata para ir a comprar drogas. Eso es lo que está pasando en Anta. Es por eso que a la solución hay que abordarla por fuera de los hechos de inseguridad”, expresó Lucas Norris ante la consulta de diario El Tribuno.
El empresario rural y presidente de Prograno se refirió al caso de un productor al que intentaron robarle agroquímicos el fin de semana pasado. Los delincuentes tenían el dato de que uno de los serenos no iba a estar, pero, cuando llegaron al lugar, se dieron con una sorpresa porque sí estaba. Es por eso que, a medianoche, tuvieron que abortar ese plan y pretendieron entrar a la oficina de la finca.
Fueron dos personas las que irrumpieron en la propiedad. Una circulaba en una moto y la otra se trasladaba en una camioneta blanca. Un camionero vio que había entrado gente y llamó a la Policía. Esa alerta frustró los planes de los delincuentes. El que estaba en moto la dejó tirada y los dos escaparon en la camioneta. Ahora están buscando al dueño de la moto para dar con los ladrones.
“El tema de los robos en las fincas se había complejizado bastante en su momento. Se producían robos de soja y agroquímicos, que tienen precios en dólares. Con el tipo de cambio, es un negocio, ya que se vende muy fácil en Bolivia. Entonces se consigue mucha plata y de una manera muy fácil. Ahora aparecen estos hechos que son más chicos, pero yo lo atribuyo más que nada al tema de las drogas”, expresó Lucas Norris.
El empresario afirmó que en Anta se visibiliza un poco más la problemática de los robos, pero aseguró que es algo que viene pasando mucho y en toda la provincia. “No es algo nuevo”, afirmó.
Hace tres años los productores de Anta también habían denunciado robos de agroquímicos para vender en Bolivia. En 2020 los productores de Orán, Rivadavia, y el departamento San Martín destacaron que les hurtaban caña de azúcar y poroto blanco. Este año numerosos productores de Chicoana y El Carril prometieron armarse para hacer frente a los recurrentes atracos que sufrían en sus propiedades.
“Nosotros hemos abordado este tema desde las instituciones, con el Ministerio de Seguridad y los ministros, y ahora hay que volver a juntarse porque son preocupaciones que están latentes. No sé si se va a poder solucionar en el corto plazo. Hay un montón de otras cosas para abordar, como la educación, el trabajo y tratar de combatir el narcotráfico, que es muy difícil”, remarcó Norris.
La gente de la zona señala que muchos ya conocen cómo es el movimiento en las fincas y van a buscar lo más fácil, que es una computadora o un televisor para venderlos rápidamente. Luego, se mueven en Apolinario Saravia, Joaquín V. González, Solís Pizarro o Colonia Santa Rosa para vender barata la mercadería.
“Siempre está el temor de que estos robos se transformen en más violentos y peligrosos. De hecho lo hemos visto en otras ciudades y nos preocupa que eso pueda pasar a mayores”, finalizó.
Por: Martín Rodríguez
Fuente: El Tribuno