El stock de ganado vacuno bajó en casi un millón de cabezas en el 2020 con relación al 2019, de acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Alcanzó el año pasado las 53.517.534 cabezas, unos 943.265 animales menos en comparación con la etapa anterior a la pandemia.
En ese marco, crece la preocupación en la cadena de ganados y carnes por los efectos negativos de las restricciones a las exportaciones de carne vacuna. Se trata de un stock que venía en recuperación tras el cierre de las exportaciones entre 2006 y 2009, pero cuyo avance se frenó en 2018.
Del total del stock vacuno de 2020, casi 23 millones son vacas, 7,6 millones vaquillonas, 2,3 millones novillos, y entre terneros y terneras suman unos 14,2 millones de cabezas, entre otros.
Por otra parte, hubo una caída del 0,5% en las categorías de vaquillonas y vacas, cercana a las 160 mil cabezas, y una baja del 4,4% en la de terneros-terneras.
Los terneros/as relevados a diciembre del 2020 son el resultado de las hembras preñadas/en servicio de diciembre 2019, las cuales fueron 790.000 cabezas menos que las registradas el año anterior (diciembre 2018).
En tanto, la caída del stock coincidió con momentos de récord de las exportaciones de carne vacuna, especialmente de vaca vieja a China, la merma en el consumo interno ante un menor poder adquisitivo de la población y la falta de planes gubernamentales que faciliten hacer crecer la producción.
Con relación a las categorías de machos castrados (novillo y novillitos) y toritos, el relevamiento oficial señaló que entre el cierre de 2019 y el de 2020 “se registró una disminución respecto al año anterior de 152 mil cabezas(-2%)”.
Ahora el Gobierno propone un Plan Ganadero que no termina de anudar con el objetivo de llevar la producción de tres a cinco millones de toneladas anuales, pero desde el sector privado piden que se libere la comercialización al mercado externo para definir las nuevas medidas.
La explicación de la cartera agropecuaria nacional sobre la caída del stock implica que “el cambio en la estrategia de vacunación contra la aftosa de las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes y Misiones, generó retrasos en el análisis de la información recopilada, con el objeto de realizar el cierre del stock bovino al 31 de diciembre del 2020”.
Durante la segunda campaña del año pasado en las mencionadas provincias se vacunaron solamente las categorías menores, por eso “resultó necesario analizar los datos una vez finalizada la primera campaña 2021 en la cual se vacunó a la totalidad de las categorías”, indicó Agricultura.