El nivel de actividad del sector de maquinaria agrícola a nivel nacional cerró el año pasado en el terreno positivo y con buenos augurios para los próximos meses.
El Indec publicó recientemente el informe de maquinaria agrícola con datos del cuarto trimestre de 2020. Del análisis de las ventas se desprende que el sector volvió a tener un buen desempeño general, lo que le permitió cerrar el año en el terreno positivo y con buenos augurios para los próximos meses, a contramano del resto de sectores industriales. Sin embargo, se observan importantes heterogeneidades entre los diferentes rubros de máquinas que es conveniente resaltar.
El sector con mayor incremento en las ventas en el cuarto trimestre fue el de sembradoras, que tuvo un crecimiento interanual de las unidades vendidas del 35 %. En el acumulado anual, las ventas de ese segmento tuvieron un crecimiento de 24,9 %.
El otro sector con un gran impulso de ventas en el último trimestre del año pasado fueron los implementos, que agrupa a una gran diversidad de empresas del sector, con un aumento de las ventas del 26,7 %. Si se observan los datos de todo el 2020, resulta que es el rubro con mejor rendimiento en relación al año previo, con impulso de las ventas de unidades en 31,2 %.
Si se analizan los sub rubros que componen el rubro implementos, a pesar de ver algunas diferencias, todos ellos presentan mejoras en las ventas de dos dígitos. El sub rubro más destacado es el de acarreo y almacenaje (de granos), con un crecimiento de las ventas del 30,5 % en el cuarto trimestre y 37,5 % en 2020. Luego, el resto de los implementos incrementó sus ventas en último trimestre 26,5 % y en todo el año 21,6 %. Finalmente se encuentran las pulverizadoras, que es el sub rubro con el desenvolvimiento más “magro” en el último cuarto del año con un incremento del 18,3 %, pero con el aumento más notable de las ventas en todo el año, del 52,2%.
Varios escalones por debajo se encuentran los tractores y cosechadoras. De esta manera, las unidades vendidas de tractores (considerando nacionales e importados) solo crecieron el 2,6 % en el cuarto trimestre, mientras que las cosechadoras cayeron, aunque mínimamente, el 0,5 % interanual. En cuanto al resultado del año, las ventas de tractores crecieron 4,3 % y las cosechadoras acumularon una retracción del 2,1%.
Cabe aclarar que le principal motor de esta dinámica en las ventas en tractores y cosechadoras son la drástica caída de las maquinas importadas. Por su parte, los tractores de origen nacional tienen tuvieron un incremento del 30,8 % de las unidades vendidas en 2020, según el registro oficial.
Por último, al analizar todo el sector en su conjunto los resultados de las ventas del cierre del año son positivos. Si se considera la suma simple de las unidades, las ventas crecieron el 17,8 % y si se tomas las ventas a precios constantes el impulso es un poco menor, del 12,6 % en relación con el mismo período del año previo. En cuanto al año completo, las ventas en unidades tuvieron un alza del 18,7 % anual y el indicador a precios constantes del 11,6 %.
El último pico de ventas en los grandes rubros en que el Indec clasifica al sector había sido en 2017. Posteriormente el desempeño general cayó fuertemente en todos los rubros, que se sostuvo por dos años, tanto en 2018 como en 2019.
En ese sentido, en el caso de sembradoras, rubro con la mejor actuación, las ventas se encuentran en su máximo de los últimos cinco años, ubicándose el 12,9 % por arriba de las correspondientes a 2017. En relación con los implementos, se da situación similar, estando el 6,6 % por encima del pico de 2017.
Las ventas de tractores (considerando tanto nacionales como importados), si bien crecieron levemente en 2019 y 2020, aún se localizan muy lejos del nivel de ventas que tuvo durante 2017 (fue el mejor rubro de ese año), siendo las ventas 32,6 % menores que las del año 2017.
En cambio, el escenario de las cosechadoras es bastante más pesimistas. No solo las ventas en 2020 fueron 42,1 % menores que el máximo de 2017, sino que apenas se ubican el 6,8 % del piso de las ventas que fue 2018.
Colocando la lupa dentro del rubro de implementos, también existen algunas particularidades interesantes cuando se analizan las ventas de los últimos cinco años.
El sub rubro que se destaca es el de acarreo y almacenaje de granos, en el que las ventas de 2020 se ubicaron 35,9 % por encima del máximo anterior que fue en 2017.
En la segunda ubicación puede destacarse a los otros implementos, con un aumento de las ventas en los dos últimos años, que lo depositan en un nivel de ventas 10,1 % menor que en 2017.
Finalmente, las ventas de pulverizadoras no tuvieron su mejor año en 2017 como el resto, sino en el año 2016. Luego de varios años con ventas muy flojas en relación con los demás implementos, el fuerte impulso que ya se remarcó anteriormente en el año 2020 casi empato al nivel de ventas de 2016, solo estando el 1 % por debajo.
Apuesta al 2021 con inversiones
“Luego de un año con buen nivel de ventas y ante las expectativas de una demanda sostenida de equipos, muchas fábricas de maquinaria agrícola están invirtiendo en ampliar sus plantas, renovar equipamiento y expandir la capacidad instalada”, informaron desde las industrias congregadas en la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), las que están radicadas en las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires y son enteramente de capital nacional.
Por ejemplo, Cele, fábrica de sembradoras y rastras ubicada en Armstrong, encaró una importante ampliación, con una nueva planta que cuadruplicará el espacio actual, en un predio de dos hectáreas. La obra, actualmente en la última etapa de construcción (oficinas, cabina de pintura y horneado) tiene una superficie cubierta de 7.200 metros cuadrados y se distribuye en 4 naves cada una con un total de 6 puentes.
“La inversión tiene como objetivo principal aumentar la capacidad de producción de la empresa, ya que no logramos satisfacer la demanda actualmente por haber quedado insuficiente el espacio de la fábrica actual”, señala Hugo Leguizamón, titular de la firma, y agreda: “Hicimos también una importante inversión en una cabina de pintura y horneado, y tenemos previsto comprar otro robot de soldadura y uno de corte plasma”.
En Arequito, la firma Tanzi está culminando una obra que comprende una nave de producción de 16.000 metros cuadrados que estará lista en junio. El show room y las oficinas sumarán 4.000 metros cuadrados y su construcción está prevista para 2022.
“También estamos invirtiendo en equipamiento”, comenta Ignacio Tanzi, “recibimos un nuevo centro mecanizado vertical con torno control numérico y ya adquirimos un láser de fibra de 6 KW que llegará en junio”. La empresa proyecta aumentar la capacidad instalada un 300 % en los próximos cuatro años y está contratando nuevos empleados para completar progresivamente los nuevos puestos de trabajo.
Por: Marcos Cohen Arazi, Fernando Kühn, Ieral