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Traigan botellas que vino sobra

Desde Bodegas de Argentina confirman dificultades para importar insumos para el embotellado de vinos y fundamentan el pedido de suspensión de las retenciones.

Hace algunos años, mucho antes de este horrible presente bajo la conducción del sindicalista Hugo Moyano, los fanáticos del Club Atlético Independiente exhibían orgullos una bandera que decía “traigan vino que copas sobran” en obvia referencia a sus muchos torneos ganados. Esa ocurrencia fue replicada por la afición de equipos menores del fútbol argentino bajo la leyenda “traigan copas que vino sobra”. Este humorístico recuerdo futbolero sirve para introducir una actual controversia sobre el suministro de vino en el mercado doméstico: desde hace semanas y por las restricciones a las importaciones dispuestas por las autoridades del vaciado Banco Central, actores de la cadena vitivinícola advierten las dificultades que enfrentan “para garantizar un normal abastecimiento”, mientras que desde el Gobierno nacional aseguran que “no habrá faltantes de vino en el mercado interno”.

“Argentina no importa vinos, por el contrario, es una de las potencias vitivinícolas en calidad y cantidad: es en la actualidad uno de los mayores productores mundiales de vinos ocupando el 7° lugar en superficie cultivada y producción de vinos, el 9° en consumo y el 8° en volumen exportado”, precisaron desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). En efecto, vino no falta. Lo que falta, o puede faltar, son insumos necesarios para el embotellado y embalaje de los vinos nacionales.

Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina, explicó la situación y describió que “en las bodegas hay vino así que el vino no va a faltar, pero puede haber algún problema de abastecimiento de packaging que haga que algún producto final pueda demorar su comercialización”.

“El vino es 100 % argentino y lo tenemos en suficiente cantidad y calidad para atender todos los mercados, pero hay algunos componentes que son 100 % importados como los corchos, las barricas, las maderas que utilizamos para maderizar los vinos y hay otros componentes que se fabrican en el país, pero que también son importados como el papel blanco para las cajas, las tintas para la impresión de etiquetas, los materiales para hacer los alambres y las botellas, especialmente las de vidrio blanco”, detalló Kuret y confirmó que, a través de distintas resoluciones, el Banco Central impuso un sistema de cupos para las importaciones que “puede demorar el abastecimiento”.

En una entrevista en el programa Claves del Campo (Radio Salta), el ejecutivo confió que tras la realización de reuniones de trabajo y gestiones ante funcionarios del Banco Central y del Ministerio de Desarrollo Productivo “esta situación se pueda normalizar en las próximas semanas”.

Además, ratificó el pedido de suspensión de los derechos de exportación actualmente en el 4,5 % para los vinos argentinos. “Los costos en dólares de una botella de vino crecieron más del 70 % entre junio del año pasado y junio de este año mientras que la devaluación (del peso frente al dólar, según el tipo de cambio oficial del Banco Nación) fue del 30 % y eso hace que los vinos pierdan mucha competitividad para venderse en el exterior y el resultado es un primer semestre con una caída de las exportaciones del 6%”, detalló y advirtió que “hay productos que empiezan a quedar fuera de competencia porque tienen muy baja (o negativa) rentabilidad, sobre todo en el segmento de los vinos más económicos”.

“Cuando se vende con escasa rentabilidad, seguramente el volumen se ve afectando”, agregó y recordó que “cuando se pierde un mercado después es difícil recuperarlo”.

Finalmente, Kuret explicó que “los vinos argentinos sufren una doble imposición: pagan derechos de exportación cuando salen del país y pagan aranceles de importación cuando llegan a otro país” y ratificó que “por eso, mientras se realizan negociaciones bilaterales para eliminar esos aranceles porque tenemos países competidores que no los pagan, pedimos la suspensión de las retenciones para nuestros vinos”.

Por: Gonzalo Teruel

Fuente: El Tribuno Campo