El Senasa y el IICA trabajan en el fortalecimiento institucional, modernización de procesos y sistemas, capacitación y formación, promoción y uso de bioinsumos, y desarrollo de marcos normativos y desarrollo territorial.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) de Argentina y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) profundizarán su alianza y continuarán trabajando de manera conjunta, con el objetivo de fortalecer los servicios en el país y el resto de la región en materia de sanidad agropecuaria e inocuidad de los agroalimentos.
Así lo acordaron el presidente y vicepresidente del Senasa, Pablo Cortese y Sergio Robert, durante una reunión mantenida en Buenos Aires con el Representante del IICA en Argentina, Fernando Camargo.
Durante el encuentro, Cortese, ingeniero agrónomo con más de 25 años de experiencia de carrera en el organismo, agradeció el IICA por su compromiso permanente de cooperación técnica con la tarea del Senasa, organismo líder en el Cono Sur en la implementación de procesos de calidad e inocuidad de los alimentos y sanidad agropecuaria y en la transferencia de experiencias al resto de países de la región.
Acciones en marcha
El Senasa y el IICA tienen en marcha distintas acciones de cooperación destinadas al fortalecimiento institucional, la modernización de procesos y sistemas, la capacitación y formación, la promoción y uso de bioinsumos y el desarrollo de marcos normativos y el desarrollo territorial, entre otros temas.
Sergio Robert, vicepresidente de Senasa Argentina; Pablo Cortese, presidente de Senasa Argentina, y Fernando Camargo, representante del IICA en Argentina.
Cortese explicó que el Senasa tiene 1.600 puntos de fiscalización en todo el territorio argentino, que incluyen desde frigoríficos hasta puertos y pasos de frontera, que son claves en la prevención y control de la diseminación regional de plagas y enfermedades.
A nivel interno, desde 2023 el organismo viene siendo desafiado por las emergencias causadas por la introducción de influenza aviar y encefalomielitis equina, que ponen a prueba el sistema de defensa sanitaria y obligan a la continua modernización y puesta a punto de los sistemas de alerta y vigilancia.
Las funciones de lo que hoy es el Senasa en Argentina se iniciaron a fines del Siglo XIX, para dar garantías sanitarias a las exportaciones de materias primas, pero hoy la tarea es diversa e incluye por ejemplo a la agricultura familiar, con acciones específicas que contemplan la realidad de los productores y, al mismo tiempo, aseguran la sanidad y la inocuidad de la producción destinada al mercado interno.
Camargo afirmó que el vínculo institucional y de trabajo con el Senasa es prioritario para el IICA y subrayó que el organismo argentino cumple un rol de trascendencia para el intercambio de experiencias y soluciones a nivel regional, con foco en la innovación, el uso de herramientas tecnológicas, la inclusión la y comunicación con los consumidores.
“Los servicios fitosanitarios de las Américas enfrentan hoy el desafío de incorporar nuevas tecnologías, para estar a la altura de las exigencias comerciales actuales y en esa línea están en desarrollo esfuerzos compartidos que seguirán adelante”, dijo Camargo, quien concurrió a la reunión con el especialista en Sanidad Agropecuaria e Inocuidad de los Alimentos del IICA; Tomás Krotsch; Carolina Pivetta, coordinadora técnica; Ana Echeverri, coordinadora administrativa y el asesor Carlos González Prieto.