Jorge Vidal, titular de la Cámara de Legumbres de la República Argentina, reconoció que “vivimos la peor cosecha desde 2013”.
En la apertura de la “Jornada de Actualización Técnica y Comercial” que reunió cerca de 800 productores y asesores técnicos en Salta, Jorge Vidal, titular de la Cámara de Legumbres de la República Argentina, reconoció que “vivimos la peor cosecha desde 2013” y llamó a “trabajar en la recuperación genética y de mercados”.
“Tenemos 800 mil hectáreas sembradas con legumbres, de las cuales 600 mil corresponden a poroto, y generamos 20 mil puestos de trabajo, pero tenemos que acelerar el proceso de incorporación de nuevas variedades para acceder a mercados cada vez más estrictos y exigentes” describió y señaló que “es un año comercial complicado porque no tendremos suficiente oferta de legumbres para abastecer una demanda creciente por lo que necesitamos la unificación cambiaria para incentivar la producción”.
A continuación, en un panel técnico titulado “Producción, clima, chicharrita, interacción en cultivos zonales”, el especialista del INTA, Pablo Mercuri, dijo que “los extremos térmicos y la deficiencia de agua son limitantes a la producción de maíz y poroto” y advirtió que “si bien el Hemisferio Sur tiene menos calor que el Hemisferio Norte, también enfrenta la ampliación del bache de precipitaciones en invierno”.
“Una estación seca más pronunciada, distribución desigual de las precipitaciones e insuficiencia de agua y humedad son variantes a las que tenemos que adaptarnos” señaló el especialista en clima del INTA y aclaró que “aunque distintos modelos meteorológicos muestran que disminuye la probabilidad de un fenómeno de La Niña, se espera déficit de lluvias y temperatura por encima de lo normal en la estación seca y la primavera”.
A su turno, el asesor privado Lucas Paterlini recomendó que “antes que usar productos químicos y biológicos que si funcionan, hay que trabajar en la rotación de los cultivos” e insistió que “en una campaña difícil para los cultivos de servicio y de cobertura, hay que hacer tratamiento de semillas y utilizar productos ya registrados”. “Hay que dar fertilidad al suelo para nutrir bien al cultivo” enfatizó.
Por su parte, el especialista de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, Alejandro Vera, consideró que “los 3 años de La Niña y las altas temperaturas complicaron la sanidad de los cultivos y por eso apareció la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis) que estaba hace años en Brasil” y recomendó “trabajar en conjunto con los productores vecinos, retirar el maíz ‘guacho’ y no dejar lotes en pie”. “A Brasil le tomó 2 años recuperarse de esta plaga, nosotros estamos haciendo cosas para que sea más rápida la recuperación” valoró.
Y el moderador del panel técnico, Adrián Poletti, resumió que “los especialistas coincidieron que es fundamental aumentar la tecnología de nuestros cultivos, seguir con la cobertura y la descompactación de suelos y la reposición de nutrientes” y enfatizó que “hay que utilizar todas las herramientas disponibles, pero, fundamentalmente, rotar cultivos como maíz y poroto porque sacar el maíz de la rotación significa aumentar problemas de ‘picudo’ que puede generar dificultades comerciales serias porque requiere insecticidas contundentes”.
“Para mitigar la plaga de la chicharrita hay que rotar cultivos, monitorear, controlar no sólo con umbrales sino ante la presencia de insectos con productos biológicos primero y después con químicos más contundentes, y trabajar de manera sistémica y coordinada con los productores vecinos” concluyó.