Inicio Ganadería Todos pierden con las restricciones a las exportaciones de carne

Todos pierden con las restricciones a las exportaciones de carne

Frigorífico Carrasco, foto Guimaraens, Archivo El País, nd 20080215

El especialista Ignacio Iriarte consideró que “pagarán un alto precio los frigoríficos, los matarifes, los criadores, los invernadores, los trabajadores y también el Estado que resignará 1.000 millones de dólares”.

El especialista de la cadena de ganados y carnes Ignacio Iriarte criticó la decisión del gobierno nacional de restringir las exportaciones cárnicas y advirtió que “el ‘acuerdo’ de la carne tendrá un alto precio”.

“Pagarán un alto precio los frigoríficos grandes, especializados en la venta al exterior, los frigoríficos prestadores del servicio de faena para terceros, los matarifes/exportadores, los criadores, los invernadores de novillo, los trabajadores de carne” anticipó, en una columna publicada por el diario La Voz del Interior, el reconocido analista del mercado cárnico y agregó que “perderá también el Estado, que resignará un ingreso de divisas por 1.000 millones de dólares”.

La opinión de Ignacio Iriarte

El daño es enorme, desproporcionado, no guarda relación con el objetivo buscado. Pagarán un alto precio los frigoríficos grandes, especializados en la venta al exterior, los frigoríficos prestadores del servicio de faena y desposte para terceros, los matarifes/exportadores, los criadores (afectados por la caída del precio de la vaca), los invernadores de novillo no Cuota Hilton, los trabajadores de carne que con las exportaciones reducidas a la mitad o perderán el empleo estable o verán reducidos sus ingresos.

Da la impresión de que los negociaron con el gobierno y firmaron este acuerdo (imposición) no eran conscientes del daño que causaría en toda la cadena de la carne. “Se hizo para evitar males mayores”, es la defensa esgrimida. Perderá también el Estado, que resignará un ingreso de divisas por 1.000 millones de dólares anuales, y perderá también recaudación por retenciones.

De cumplirse este “acuerdo” (habrá que ver la resistencia de los productores) se volcará al mercado interno todos los meses unas 30 mil toneladas adicionales de carne de vaca vieja y novillo, que no cubren las exigencias de los consumidores, pero que algún daño harán. No sería extraño que en los próximos días se revise este acuerdo, cuando autoridades e integrantes de la cadena de la carne vayan tomando conciencia del estrago.