FMC propone dos nuevas soluciones para vid: una para el control residual de Raman negra y una solución segura y efectiva para el control químico de brotes basales.
Las fuertes nevadas ocurridas en los últimos días en Mendoza y en otras regiones cordilleranas son la noticia que esperaban los productores de vid para esperanzarse con una campaña alentadora. Ante esta expectativa optimista, está la necesidad de enfrentar a una adversidad que se encuentra siempre presente en los lotes y no distingue entre años buenos o malos: la alta presión de malezas. La especie Conyza sp, conocida como “Rama negra”, es una de las malezas de mayor expansión a nivel nacional, según la Red de Manejo de Plagas de la Aapresid, y los viñedos de las regiones de Cuyo y el Alto Valle de Río Negro no son la excepción, donde los montes también se ven afectados por esta maleza de difícil control y alta capacidad de adaptación al ambiente y técnicas de control.
La nueva solución para el control residual de Rama Negra
Según el ingeniero agrónomo Carlos Fernández Beschtedt, responsable comercial para la zona de Cuyo y Alto Valle de Río Negro de la compañía FMC, en este momento del año es cuando están finalizando las labores de poda y atado de la vid, y durante las primeras semanas de septiembre es cuando hay que comenzar a intensificar los controles de malezas. Lo usual en los productores de vid para controlar Rama Negra es hacer aplicaciones cuando las malezas ya están emergidas, pero FMC plantea la necesidad de un “cambio cultural”, y propone ganarle a la emergencia de la maleza, con la utilización del nuevo herbicida residual para el control de Rama Negra en vid, llamado Teliron 50 SC.
“La práctica habitual ha sido intentar controlar a la planta ya emergida con varias aplicaciones seguidas de glifosato o paraquat, lo que generó una alta presión de selección sobre la maleza y favoreció el desarrollo de poblaciones de muy difícil control. Hoy tenemos, debajo de la fila de plantación de viñedos, un alto nivel de emergencias de plantas de rama negra durante un periodo de tiempo prolongado y de manejo muy complejo. La nueva solución propuesta permite tener un gran control residual con una sola aplicación, y de esta manera evitar nacimientos, mientras se ayuda a reducir la cantidad de aplicaciones y uso de productos post-emergentes de manera sucesiva”, grafica Fernández Beschtedt.
Teliron 50 SC, el producto que promueve FMC, está formulado a base de la molécula Terbutilazina y tiene efecto sobre la germinación de las semillas de las malezas, apenas comienza a desarrollarse la radícula. Posee un gran poder residual, controlando varias camadas de nacimientos por un periodo prolongado de tiempo. Es un herbicida muy seguro, que se queda y trabaja en los primeros cinco centímetros del suelo, con muy bajo nivel de lixiviación, lo que prolonga su tiempo de control y evita la llegada del producto a las napas.
“La dosis recomendada es de 4,5 litros por hectárea, en una aplicación con mucho caldo –unos 300 litros de agua– para asegurar una buena cobertura y absorción en el suelo. Un dato también importante es que los rastrojos o restos de poda en el suelo no retienen al producto, asegurando su llegada al suelo. El momento de aplicación es después del primer riego, con el suelo húmedo. Y el producto se terminará de incorporar al suelo con los riegos siguientes. De esta manera, se logra una residualidad que puede alcanzar los 120 días en condiciones normales. Es decir que tenemos cubierta toda la primavera. Además de rama negra, que es el foco principal, vale mencionar que también tiene registro para otras quince malezas más, lo que refleja su amplio espectro de control”, agregó el representante de FMC.
La nueva solución para el desbrote químico
En tanto, Fernández Beschtedt también señala que FMC recomienda una segunda herramienta para ganar eficiencia en la producción de uvas. En primavera, la vid comienza a brotar desde abajo, y esos brotes basales compiten por nutrientes con la parte aérea de la planta, que es la más importante en términos productivos. Por este motivo, una práctica habitual es realizar un desbrote manual tronco por tronco sacando esos brotes. Para reducir los tiempos y costos que significa tal práctica, FMC propone un desbrote químico a través del uso de Shark, un herbicida de contacto a base del activo carfentrazone. Una molécula descubierta y desarrollada por FMC, con un uso muy extendido y seguro en viñedos a nivel mundial, donde ya se aplican, por ejemplo, más de 25.000 hectáreas en Chile.
“En este caso se pulveriza el producto solamente en la parte de la planta que está por debajo de la canopia, cuando los brotes basales tienen 20 centímetros. Luego de la aplicación se secan y caen en el término de 7 a 14 días. Esto significa una gran ventaja operativa, disminuyendo la necesidad de mano de obra y ganando velocidad de trabajo. Al mismo tiempo que se disminuyen los costos por hectárea desbrotada en una relación de 4 a 1 versus un desbrote manual”, subraya Fernández Beschtedt.
A la hora de la aplicación, es fundamental mezclar Shark con el coadyuvante Biofusión de FMC, para asegurar una excelente calidad de aplicación. A la vez, es clave prevenir que no haya deriva de aplicación hacia la canopia de la vid.
“En resumen, a través de la propuesta de Teliron 50 SC para el control pre-emergente y residual de Rama Negra, y la propuesta de desbrote químico con Shark más Biofusion, estamos ofreciendo al productor de viñedos dos soluciones que le permitirán reducir costos, optimizar las tareas y mejorar los tiempos de trabajo durante la campaña”, concluyó Carlos Fernández Beschtedt.