En la Unión de Cañeros Independientes de Jujuy y Salta estiman la sequía ya provocó pérdidas de más del 30% en la producción de caña de azúcar.
En buena parte del NOA no se registran lluvias suficientes desde octubre del año pasado y los productores cañeros de Jujuy y Salta alertan que la falta de lluvias y de agua de riego ya provocó una pérdida de más del 30% de la producción y de persistir la sequía las pérdidas podrían ser mayores para la presente zafra 2022.
“Estamos transitando una campaña donde la falta de precipitaciones y de agua de riego comienza a hacerse notar en los cañaverales con daños irreversibles. Será una de las peores zafras de los últimos tiempos” advierte un comunicado de la Unión de Cañeros Independientes de Jujuy y Salta que estima que “esta será la zafra que deberá salir adelante con el menor nivel de precipitaciones en más de 10 años”.
En la entidad se atreven a calcular que las pérdidas hasta el momento ya alcanzaron más del 30% de la producción. Prueba de ello, las plantaciones realizadas en primavera no se podrán cosechar porque están prácticamente destruidas y no hay posibilidades de poder plantar en marzo porque no cuentan con los recursos económicos y además corren el riesgo de no tener semillas para hacerlo.
Según los técnicos y especialistas de la Unión de Cañeros Independientes “lo que se perdió ya no se recupera porque en los meses de mayor potencial de crecimiento de la caña faltó agua y eso comienza a notarse”. “La regularización de las lluvias que pudiera darse a partir de este mes detendrían el deterioro, pero la acumulación del daño no es reversible” aseguran y recuerdan que “esta situación ya fue alertada a los ingenios y a los gobiernos en 2021 donde también transitamos una zafra muy difícil, marcada por la pandemia y la sequía a la cual se sumó la falta de atención crediticia para la renovación de plantaciones que propiciaran una gran disminución de los rendimientos para la presente zafra 2022”.