Según la FAO, los incrementos se apoyaron en “la sólida demanda de Asia oriental, ante la escasez de la oferta en Oceanía provocada por la reconstitución en curso de la cabaña ganadera y los bajos niveles de existencias”.
El índice de precios de la carne elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) tuvo su séptima suba consecutiva en abril y aumentó 5,1% en la comparación interanual.
El índice, que consiste en el promedio de los índices de precios de cinco grupos de productos básicos ponderado con arreglo a las cuotas medias de exportación, se ubicó en 101,8 puntos y fue impulsado por la subas en “las cotizaciones de las carnes de bovino y ovino”.
En cuanto a las cotizaciones de la carne porcina, las mismas se “reforzaron como resultado del elevado nivel de compras continuas de Asia oriental, pese al aumento del total de los envíos de la Unión Europea, mientras que Alemania siguió sin acceso al mercado chino debido a la preocupación suscitada por la peste porcina africana”.
La suba de los precios de la carne también se dio en la Argentina, pero con mayor vigor, a pesar de ser un país productor y exportador.
Así, el precio de la carne vacuna, de consumo masivo en el país, subió 65,3% en abril respecto al mismo mes del año pasado en el mercado interno, mientras que la de cerdo lo hizo 58,7%, según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).
Con una suba de la inflación de 46,3% en el cuarto mes del año en la comparación interanual, ambos productos se ubicaron por encima de la suba de precios en general.
El aumento de los precios de la carne a nivel mundial se dio en el contexto de un incremento generalizado de los alimentos, cuyo índice de la FAO encadenó su suba número 11 de manera consecutiva, con un alza interanual de 30,8%.