La capacitación también contó con la colaboración de la Secretaría de Producción de Tucumán, la Eeaoc y Afinoa.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dictó un curso de capacitación para postulantes a la inspección de empaques cítricos, en el marco del Programa de Certificación de Fruta Fresca Cítrica para la exportación a la Unión Europea y mercados con similares restricciones cuarentenarias.
Las jornadas estuvieron a cargo del personal de la Coordinación de Protección Vegetal del Centro Regional NOA Sur del Senasa y contó con la colaboración de la Secretaría de Producción de Tucumán, del personal técnico de la sección Fitopatología y Zoología Agrícola de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), y de la Asociación Fitosanitaria del NOA (Afinoa).
El auditorio del Senasa fue sede de la clase teórica, mientras que la parte práctica tuvo lugar en las instalaciones de Afinoa. El contenido de la formación consistió en la identificación de síntomas compatibles con enfermedades cuarentenarias y el conocimiento minucioso de la normativa vigente.
Alrededor de doscientos aspirantes continuaron sus actividades con dos evaluaciones dispuestas para la selección de los inspectores, un primer examen práctico y uno teórico.
La exportación de cítricos tucumanos coloca a la Argentina en un lugar de excelencia en cuanto a la calidad de la fruta fresca y los subproductos. Para sostener esta condición, el Programa propone la actualización permanente de los técnicos, logrando una mayor calidad en el control sanitario. Por este motivo todos los años se realizan las instancias formativas, ante el inicio de cada campaña.
A los fines de dar cumplimiento a los requisitos cuarentenarios establecidos para la introducción de fruta fresca cítrica en los países de la Unión Europea, el Senasa ejecuta y controla el Programa que tiene como finalidad garantizar que la fruta producida en las regiones del Noreste y Noroeste Argentino (NEA y NOA) cumpla con las exigencias fitosanitarias establecidas en la normativa internacional.
Mediante su ejecución, se establece la obligatoriedad de adoptar diferentes medidas fitosanitarias en las sucesivas etapas del cultivo y reglamenta el procedimiento en las plantas de empaque y en el punto de salida.