El INTA Catamarca y el Centro de Investigaciones Agropecuarias se enfoca en fortalecer la protección de cultivos de comino y anís en el NOA a través del peletizado de semillas con Trichoderma, ofreciendo una solución avanzada para enfermedades tempranas.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) está llevando a cabo un proyecto de investigación en el NOA para abordar el problema de las enfermedades que afectan a los cultivos de comino y anís. Un equipo multidisciplinario de expertos de INTA Catamarca y el Centro de Investigaciones Agropecuarias están trabajando en la puesta a punto de estrategias de biocontrol que involucran el uso de la técnica de peletizado de semillas.
El Damping off, es un complejo de hongos patógenos, resulta ser un problema severo en los cultivos de comino y anís en la región, especialmente en las etapas tempranas del ciclo, desde la germinación hasta la fase de plántula. Esta condición causa una pérdida significativa de rendimiento en los cultivos, lo que se traduce en una reducción en la productividad.
La técnica de peletizado de semillas implica recubrir las semillas con un biopolímero formulado como adhesivo natural, junto con cepas nativas del hongo Trichoderma, que actúa como un biocontrolador de las enfermedades. El proceso busca proteger las semillas durante las primeras etapas de crecimiento, permitiendo que germinen en presencia del biocontrolador y en un entorno donde existen hongos patógenos.
Los investigadores están observando resultados alentadores en términos de protección en el campo y poder germinativo mejorado en comparación con las semillas sin tratamiento o tratadas solo con fungicidas químicos. Además, el proceso de peletizado permite una protección prolongada en el tiempo, ya que el hongo Trichoderma coloniza la zona de la raíz a medida que la planta crece, previniendo la llegada de hongos patógenos.
Para evaluar los efectos del peletizado, se están realizando análisis durante un período de seis meses para determinar el poder germinativo de las semillas y la viabilidad del hongo Trichoderma en ellas. Las cepas utilizadas en el proceso, T. atroviride 5Tr y T. capillare 66 Tr, se seleccionaron previamente por su capacidad para combatir los patógenos asociados al Damping off y promover el crecimiento de las plantas.
Además de los beneficios para la protección y el crecimiento de las plantas, el uso de microorganismos benéficos en biopolímeros biodegradables también ofrece ventajas ambientales. En comparación con los métodos tradicionales que involucran el uso de fungicidas químicos generalistas, el enfoque de peletizado específico con Trichoderma tiene un menor impacto en la comunidad microbiana del suelo, lo que podría conducir a una producción más sostenible a largo plazo.
La investigadora Franca Carrasco, del Laboratorio de Fitopatología del INTA Catamarca, destaca la importancia de esta investigación para abordar la alta incidencia de enfermedades en las etapas iniciales del ciclo de los cultivos, lo que a menudo conduce a la aplicación excesiva de fungicidas químicos. El enfoque innovador de utilizar microorganismos benéficos en el peletizado de semillas no solo promete una mejora en la protección de los cultivos, sino también un enfoque más sostenible y respetuoso con el medio ambiente en la agricultura.