Por segundo año consecutivo la raza San Ignacio estará presente en la muestra anual de la Sociedad Rural Salteña.
“Es una raza argentina, creada y desarrollada por técnicos y ganaderos argentinos, que está disponible para quien quiera mejorar sus números, rentabilidad, pero sobre todo siendo más sostenibles y adaptados a las nuevas exigencias que impone el calentamiento global”, sostenían desde la Asociación de Criadores de Ganado Sanga y Derivados, el año pasado cuando la raza San Ignacio se presentó por primera vez en la Exposición de la Sociedad Rural Salteña.
Este año, la raza vuelve a Salta previó paso por la Exposición Rural de Palermo donde debutó en la pista central y ratificó la calidad de su carne en el block test que se realiza durante la muestra logrando el segundo puesto en la Categoría 3 Novillito Consumo Liviano de 125 a 136 kilos, con datos de área de ojo de bife de 77 cm2 y un rendimiento del 59 %. En la misma competencia, el año pasado había obtenido el primer puesto.
De la mano de la cabaña Santa Julia de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), San Ignacio llegó a Palermo con dos toros: Caldén y Piquillín. El ingeniero agrónomo Franco Martino, del equipo de gestión de los establecimientos agropecuarios de la UCC, destacó las características de la raza describiendo a Caldén, de tres años y 800 kilos, que resultó Gran Campeón: “Tiene orejas más bien pequeñas, posicionadas de una forma perpendicular a la dirección de la cabeza. Su cogote es musculado, no tiene una presencia de giba. Posee un gran desarrollo muscular, bien característico de un macho. Tiene un gran arco costal; es un toro muy profundo y podemos ver en su cuarto posterior el desarrollo de musculatura. Ahí está su gran valor carnicero”.
A la Expo Rural de Salta, la San Ignacio llegará con 12 toros, 40 vaquillonas preñadas, 20 vaquillonas para entorar, para seguir posicionando esta raza que ya cuenta en el país con unos 350 mil vientres que tienen influencia de su sangre.
En 1995, técnicos de la Universidad Católica de Córdoba, tras años de investigación y estudios, decidieron que resultaba de interés la importación de genética de ganado Sanga, particularmente, la raza Tuli, para ser una fuente de cruzamiento -con las razas Hereford, Aberdeen Angus-, apuntando a lograr un ganado adaptado a las regiones cálidas del Chaco Sudamericano, regiones áridas y semiáridas alrededor del mundo, pudiendo también lograr adaptación suficiente para regiones cálidas y húmedas. En 2007, se crea la Asociación de Criadores de Ganado Sanga por iniciativa de un ganaderos y técnicos dedicados a la producción ganadera en Argentina.