Inicio Agroindustria Rodolfo Rossi: “La cadena está intacta para remontar la curva”

Rodolfo Rossi: “La cadena está intacta para remontar la curva”

Rodolfo Rossi, presidente de Acsoja.


En una entrevista publicada en El Tribuno Campo, Rodolfo Rossi, presidente de Acsoja, se refirió al difícil momento por el que atraviesa la cadena de valor de la soja y a las perspectivas para esta.

El pasado 19 de abril, la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja) renovó sus autoridades y eligió presidente a Rodolfo Rossi, representante del Sector Ciencia y Tecnología, quien fuera el primer presidente de la entidad cuando se creó en 2004.

En su asunción, Rossi remarcó que en su gestión continuarán los desafíos ante una situación dramática del cultivo de soja, con circunstancias económicas externas que la han hecho caer, sumadas a las climáticas muy adversas de los últimos años.

El Tribuno Campo conversó con el nuevo presidente de la cadena de la soja, quien es uno de los más destacados fitomejoradores de del cultivo en Argentina y el “padre” de la introducción de la soja tolerante a herbicida en nuestro país, ya que obtuvo los primeros cultivares de soja genéticamente modificada en la década del 90.

¿Cómo evalúan las medidas de Gobierno que involucran a la cadena de a soja?

Más allá de la sequía profunda que tenemos este año y un recorte de más del 50 % de la cosecha, lo que es dramático para la soja, ya veníamos con una caída libre del cultivo en los últimos años, por factores externos que no dependen de la cadena.

Creo que la cadena está intacta para remontar la curva, pero factores externos como la asfixia que tenemos desde el punto de vista impositivo o un sistema único de cambio que todo el mundo está pidiendo, son factores que están condicionando a esta caída estrepitosa de la cadena de la soja que nos ha frenado la producción, el área de siembra y las exportaciones.

La coyuntura del país no es nada agradable, nada buena, está generando estos “Dólar soja” 1, 2 y 3, que en las dos primeras versiones, si bien la cadena en conjunto rechazó por artificial y por tener una intervención en el mercado, de alguna manera los productores lo han aprovechado porque lo vieron atractivo como para comenzar a vender su soja que tenían del año pasado, pero ya el “Dólar soja” 3 entra en otra etapa, en un momento en el que tenemos muy poca soja, muy pocas ventas, una capacidad ociosa de la industria que ya está en niveles récord y, básicamente, lo que vemos que el valor del dólar se está corriendo todos los días, entonces el productor está pagando las cuentas que puede, la parte comercial de la manera que pueda y está esperando con la soja a ver si hay algún cambio que lo pueda de alguna manera, no digo beneficiar, sino realmente poder darle valor a la cosecha que es poca y cree que de alguna manera va a poder recuperar algo.

Esta situación de estar perdiendo el liderazgo, muy atada a la presión impositiva, ¿es reversible si se cambia la política económica?

La presión impositiva sobre la soja es el factor fundamental, ningún país competidor nuestro tienen de entrada un castigo al precio del 33 %. ¿De qué manera puede revertirse? Las autoridades, estas o las que vengan, tienen que entender perfectamente que cuando se le sacó de encima la pata a la soja, al maíz y al trigo -del 2015 al 2017-, vimos un repunte significativo de la producción.

Esto derrama a la sociedad; además, ayuda al productor y la cadena, que está sufriendo y está perdiendo todos los días posibilidades frente a los competidores.

No competimos entre nosotros, competimos con el exterior, porque este es un producto netamente exportable, que ya sabemos que es el principal sector de la economía y que este año, con el aditamento de la sequía, vamos a perder el liderazgo, por ejemplo, en la exportación de harina de soja, que es el principal recurso que tiene la Argentina.

El hecho de que hoy todo el mundo esté hablando de la soja, la verdad que no nos enorgullece, al contrario. Si vemos el vaso lleno, espero que todo el mundo entienda la importancia que tiene esto; pero el gran vaso vacío es que vamos a tener muchos productores que van a salir de mercado, hay pérdidas enormes de gente que invirtió, no solamente en soja, en el caso del maíz en la zona central argentina es un caso paradigmático.

Hasta en la soja de primera -que se atrasó y que es muy poca la sembrada en la zona central, la que más rinde a nivel país- el año pasado para esta fecha ya teníamos cosechado casi el 90 %, este año no llega ni al 50 % y es poca; y, respecto de la calidad, sabemos que la industria está negociando con los productores, acopiadores, cómo recibir esta calidad.

Estamos hablando de una cosecha que está en menos de la mitad de lo que habíamos estimado y con los rendimientos promedios más bajos de los últimos años.

22, 5 millones de toneladas es una lágrima…

La verdad que no se puede creer. A mí me ha tocado pilotear la cadena en momentos de crecimiento, de euforia, que también teníamos problemas, pero ahora estamos frente a un tsunami y vamos a tomar la responsabilidad que me dio la cadena y junto con el equipo vamos a tratar de ver de qué manera podemos gestionar un cambio en esta tendencia.

¿Cómo evalúa la situación del paquete tecnológico del cultivo en el país?

En lo que se refiere a tecnología, genética, etc., la cadena está intacta y tenemos todas las herramientas como para poder aplicarlas. El tema es que en esta situación económica el productor cuando hace su margen trata -como decimos coloquialmente- de “pijotear” un poco la inversión en tecnología para que el número le dé un poco mejor; entonces, se ha caído la aplicación de fertilizantes, incluso no se hace la aplicación de reposición; gran cantidad de semillas que se usa, más allá del uso propio, es de origen desconocido, si bien hay más controles que antes.

La evolución de la genética está demostrando que la ganancia genética se está dando, pero no se está reflejando a nivel de productor. En el último seminario que hicimos el año pasado, técnicos y científicos tuvimos charlas donde mostramos que la ganancia genética se está dando, que hay oferta de materiales, pero los programas de mejoramiento cada vez son menos en la Argentina, comparados con el mundo estamos realmente un poco atrasados en tema de eventos, no tenemos todos los eventos biotecnológicos que están disponibles en otros países o los que se están lanzando en este momento, por ejemplo, en Brasil.

Entonces, todo esto es un combo, creo que la tecnología de alguna manera está, sacando estas excepciones que mencioné, el tema es que aplicarlas muchas veces son parte de un paquete que hacen que para buscar rentabilidad el productor la deje de utilizar y esto repercute en el rendimiento promedio a nivel país.

Si comparamos nuestros rendimientos promedio con los de otros países, ¿dónde estamos parados?

Estamos bastante estancados. El caso de Brasil, que tiene un gran componente de genética argentina -empresas argentinas que han revolucionado en los últimos años la genética en Brasil-, sin embargo, cuando esta genética se aplica en el campo los rendimientos de Brasil son sostenidos y crecientes en los últimos años. Esto para dar un ejemplo de un país que tiene cancha libre para seguir creciendo y ser el principal productor mundial como lo es, no solamente en superficie sino también en rendimiento.

Hasta dónde podríamos crecer en productividad, ¿qué crecimiento vertical tendríamos estando restringido el crecimiento horizontal?

Estamos imaginando, con los cálculos se hicieron hace varios años, que por ganancia genética y una aplicación adecuada de tecnología podríamos estar en 3.200 kg/ha de promedio a nivel país, con variaciones. Esto lo hemos tenido hace unos años, cuando con 20 millones de hectáreas produjimos 60 millones de toneladas y algo más. Es un objetivo que está desde el punto de vista de la genética y de la tecnología, pero habría que aplicarlo.

Sobre el tema del área siempre opiné un poco diferente, si bien la presión ambiental, en ciertas zonas vulnerables hay que tener muchísimo cuidado -casualmente en el norte argentino estamos trabajando en un convenio con Aacrea a 3 años sobre la sustentabilidad, el complejo sojero, etc.-, pero todavía la Argentina tiene margen para crecer en área. No solamente bajo riego y determinadas situaciones, el INTA ya lo dijo hace varios años: con tecnología podemos seguir creciendo en área y hacer de este un complejo sustentable, hablando de rotación, de siembra directa.

Así que yo diría que ese tema hay que discutirlo, la presión ambiental existe y el compromiso de la sustentabilidad del sector productivo también, pero creo que tenemos muchas superficies en Argentina que, con buena genética y tecnología, podemos incorporar al sistema productivo.

Es importante discutir este tema, ya que mucha de la presión por el tema ambiental viene de empresas que son parte de la cadena. Muchos integrantes de la cadena prefieren adoptar el discurso externo antes que dar la discusión puertas adentro de cómo crecer en área con sustentabilidad.

Sí, lo que señala es cierto. Los mercados externos cada vez meten más presión, las nuevas directivas del mercado europeo son muy claras sobre la deforestación y otros temas. La Argentina se está acomodando a esa situación y está queriendo hacer que las certificaciones o regulaciones internas tengan validez en el mundo para poder, de alguna, manera certificar. Ese es un camino que Acsoja también está trabajando a nivel internacional con nuestros delegados en Bruselas ya que las empresas que tienen que hacer el trading internacional tienen esa presión y necesitan de esa certificación.

Haciendo un punto aparte, lo que realmente hay que demostrar es que podemos seguir creciendo. Brasil tiene una presión 10 veces más grande que la de Argentina, y tenemos que preguntarnos dónde estamos parados respecto de ellos.

Tenemos la posibilidad de seguir creciendo en área, por supuesto limitada, porque hay un techo en algún momento; con sustentabilidad; y lo otro es un tema de todos los días, que estamos tratando de adaptarnos, y creo que la Argentina tiene fortaleza respecto de mostrar al mundo eso.

¿Acsoja estará presente en la Conferencia Mundial de Investigación de la Soja que se hace en junio en Austria?

Sí, varios técnicos ya confirmaron que irán, del norte va a haber una muy buena representación de la Estación Experimental Obispo Colombres de Tucumán, con el ingeniero Daniel Ploper líder de esa estación, y que él es parte del comité continuo. A mí me toca dar el informe país, hemos presentado como Acsoja tres trabajos sobre la calidad de la soja argentina, no solamente proteína, aceite, sino también el tema de los aminoácidos, junto con técnicos del INTA.

La novedad es mandamos el dossier para poder traer el congreso a la Argentina en el año 2027. Esperemos ganar esta vez, ya que hemos trabajado muy fuerte en eso. Es una novedad, una primicia que le queremos dar.

Por: Belisario Saravia Olmos

Fuente: El Tribuno Campo