La nueva planta demandó una inversión de 10 millones de dólares y le permitirá a la compañía incrementar en un 50% su capacidad de producción y consolidarse como el mayor polo industrial de insumos biológicos del país.
Rizobacter abrió su segunda planta de bioinsumos en Pergamino, con una inversión de 10 millones de dólares, que le permitirá incrementar en un 50% su capacidad de producción y consolidarse como el mayor polo industrial de insumos biológicos de Argentina.
La empresa posee la capacidad de producir 50 formulaciones diferentes, lo que le permite abastecer a más de 50 países. Hoy, 1 de cada 4 hectáreas en el mundo se trata con inoculantes de Rizobacter.
Con su nueva planta, la compañía elevará su producción de biosoluciones a 7,2 millones de litros anuales.
Para Ricardo Yapur, presidente de Rizobacter, la nueva planta “es una respuesta al gran crecimiento de la empresa y a llevar al mundo los distintos productos biológicos de tratamiento de semillas”. “La planta actual ya está al 100% de su capacidad”, destacó Yapur.
Por su parte, Agustín Biagioni, director de Marketing Global, explicó que el 30% de la facturación de Rizobacter proviene de negocios internacionales y más del 50% de los biológicos que se producen se destina a mercados externos. “Esta nueva planta es la muestra firme del compromiso de la empresa en producir y desarrollar tecnologías biológicas desde el interior para Argentina y el mundo”, señaló.
Rizobacter surgió en 1977 en un garaje con la producción de inoculantes a base de microorganismos, y hoy cuenta con 700 colaboradores en todo el mundo y llega con su portfolio de tecnologías biológicas a más de 50 países.
Según las estadísticas de la compañía, los biológicos crecen a un doble dígito, mientras que los químicos lo hacen por debajo del 5%. “Veo un futuro promisorio para Rizobacter porque el mundo está cambiando respecto del uso de productos biológicos y nosotros somos especialistas en ponerlos en el mercado”, aseguró Ricardo Yapur.
La compañía tiene un portfolio de más de 50 formulaciones biológicas, teniendo en cuenta las diversas tecnologías que produce y las distintas cepas que lo componen. Con la puesta en marcha de la nueva planta, se podrán procesar hasta cinco tecnologías en simultáneo, un atributo clave para producir biosoluciones específicas para los diferentes mercados.