Mediante la Resolución 1259/2023, el Senasa actualiza sus protocolos, priorizando la vacunación obligatoria contra la fiebre aftosa y unificando la zonificación del territorio nacional para una gestión más eficiente de la enfermedad.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) actualizó los requisitos generales para los movimientos de animales susceptibles a fiebre aftosa y la zonificación del territorio nacional, al sólo efecto del movimiento de animales en pie en relación con la prevención y al control de la enfermedad, y para ingreso de animales provenientes de “países o zonas libres de fiebre aftosa que no practican la vacunación”.
La medida se dictó mediante la Resolución 1259/2023, publicada ayer en el Boletín Oficial, con la firma de la presidenta del Senasa, Diana Guillén. Para esto, se abrogaron las Resoluciones 725/2005 y la 44/2011, ambas oportunamente aprobadas por el Organismo.
La nueva norma establece principalmente que todo bovino o bubalino que se movilice dentro del territorio nacional deberá estar vacunado contra la fiebre aftosa (con la vacuna aprobada por Senasa) al menos con una dosis, pudiendo ser ésta del tipo sistemática (comprendida en las campañas anuales preestablecidas) o estratégica (acorde a las características productivas y epidemiológicas de la región).
A su vez, la nueva normativa establece las condiciones que deben cumplirse para los movimientos durante los primeros quince días de iniciada la campaña de vacunación.
Por otro lado, respecto a la zonificación del territorio nacional, cabe destacar que la nueva medida unifica las zonas Patagonia Norte B y Patagonia Sur como una única región denominada “Patagonia”. Cada una de las zonas se encuentra conformada de acuerdo con los límites detallados en los respectivos Anexos, que forman parte integrante de la presente resolución.