El encuentro, de acceso libre, abordará experiencias regionales y estrategias para consolidar cadenas de valor en sectores con creciente demanda y adaptación climática.
La Dirección Provincial de Desarrollo Agrícola y Forestal del Ministerio de Desarrollo Económico y Producción de Jujuy, en articulación con el especialista Mariano Winograd, realizará este miércoles 5 de noviembre a las 18 horas el foro virtual “Pitaya y tuna en el NOA: potencial productivo y oportunidades de mercado”. El encuentro busca aportar información técnica y experiencias de producción para impulsar dos cultivos que vienen ganando terreno en regiones semiáridas y subtropicales del país.
La jornada contempla dos paneles diferenciados. El primero estará dedicado a la tuna (Opuntia spp.), con la participación de María Judith Ochoa, coordinadora para Sudamérica de FAO-Icarda y referente del Inoca, quien disertará acerca de la situación de este cultivo en Argentina y su desarrollo regional. También expondrá el investigador marroquí Abderrahman Benamour, quien compartirá experiencias de expansión de la tuna en el Norte de África y el Golfo Pérsico.
Luego se dará paso al panel dedicado a la pitaya (Hylocereus spp.), un cultivo de creciente interés para zonas cálidas con buen régimen de radiación. La magister ingeniera agrónoma Carina Armella, de la EEA INTA Yuto, abordará los avances recientes en la producción local en Jujuy, mientras que el ingeniero Ricardo Martins, de Brasil, compartirá resultados de sistemas de alta densidad y variedades autopolinzantes desarrolladas en la empresa Pitaya SC. También intervendrá Dennis Brito, CEO de Golden Sweet Spirit (Ecuador), para hablar sobre oportunidades de exportación y nichos de mercado internacional.
El foro es de acceso libre y gratuito, y se desarrollará a través de la plataforma Microsoft Teams. Quienes deseen participar pueden ingresar al siguiente enlace. Más Información a agricolaconlagente@gmail.com, o por WhatsApp al 388 332-5190.
La tuna es mucho más que fruta fresca
En el marco del foro virtual “Pitaya y tuna en el NOA: potencial productivo y oportunidades de mercado”, la especialista María Judith Ochoa, coordinadora para Sudamérica de FAO-Icarda e investigadora del Inoca, destacó el creciente interés por la tuna como alternativa productiva en regiones semiáridas. Ochoa explicó que, lejos de limitarse a la fruta fresca, el cultivo presenta un amplio abanico de posibilidades de industrialización y agregado de valor, que hoy cobran fuerza en distintos países.
Según precisó, en el proceso de selección y empaquetado entre un 30% y 40% del fruto no se destina al mercado en fresco, pero puede ser aprovechado para elaborar mermeladas, arropes y destilados, como ya sucede en provincias argentinas con tradición dulcera como Catamarca. Además, en el norte de África se extrae aceite de las semillas, rico en licopenos y con usos tanto cosmetológicos como medicinales, una línea que hoy despierta interés en mercados europeos y de Medio Oriente.
Ochoa también subrayó que la tuna puede cumplir un rol clave como forraje en sistemas ganaderos de zonas áridas. La diferencia entre su uso para fruta o forraje radica principalmente en la densidad de plantación: mientras las configuraciones más intensivas generan plantas orientadas a la producción de pencas, las densidades más amplias favorecen la inducción floral y la producción de fruta. En este sentido, resaltó que la tuna puede salvar rodeos en sequía, siempre que se complemente con otras fuentes proteicas y fertilización adecuada. Brasil, por ejemplo, ha desarrollado una tecnología forrajera de avanzada, con más de 600.000 hectáreas implantadas en el nordeste para alimentación de cabras, ovejas y bovinos.
Consultada sobre las condiciones agroecológicas necesarias, la especialista señaló que la tuna se adapta mejor a zonas con precipitaciones entre 300 y 900 milímetros anuales, y requiere riego cuando el objetivo es obtener fruta de calidad para mercado fresco. En regiones con lluvias superiores, la falta de manejo y drenaje puede provocar problemas de pudrición. “Se trata de una especie que evolucionó en ambientes de baja disponibilidad de agua, y esa es justamente la ventaja para nuestro norte árido”, precisó.
Respecto a la proyección comercial, Ochoa remarcó que el interés internacional por frutas exóticas continúa en crecimiento, pero que el desafío radica en la organización y planificación de la oferta. Recordó que países como México abastecen gran parte del mercado en Estados Unidos, mientras que Argentina podría aprovechar su ventana productiva en verano, cuando otros proveedores no tienen fruta disponible. “Las oportunidades existen, pero hay que estar preparados para hacer las cosas bien y sostener la calidad”, afirmó.
Finalmente, la referente de FAO-Icarda subrayó el enfoque que organismos internacionales mantienen sobre la tuna como recurso estratégico para fortalecer la resiliencia productiva en territorios vulnerables. “No solo es una fruta con nutrientes, también es una fuente de agua y energía para sistemas productivos familiares. La tuna es una herramienta para generar soberanía alimentaria y, bien trabajada, también una oportunidad de desarrollo económico”, concluyó.




