Claudio Molina, titular de la Asociación de Biocombustibles e Hidrógeno, criticó el proyecto de Ley de Biocombustibles y denunció que “apunta contra la industrialización nacional”.
“No busca transparentar el régimen, no beneficia a las pymes y apunta contra la industrialización nacional” denunció Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, sobre el proyecto de nueva Ley de Biocombustibles que ya se discute en el Congreso.
En declaraciones consignadas por el diario La Nación, el especialista advirtió que en el proyecto (que reduce del 10% al 5% el uso de biodiésel de soja en el gasoil y si bien mantiene en 12% el etanol en la nafta, se podría reducir al 9% absorbiendo eso el etanol de maíz, no el de caña) “se eliminó el acrónimo pyme del texto, a pesar que sus impulsores, a viva voz expresan que justamente buscan beneficiar a las pymes”.
“Los refinadores de petróleo, principalmente uno de ellos, los que quieren terminar con los biocombustibles en la Argentina” acusó Molina y denunció que “quieren lograr que si hay biocombustibles en el mercado local no lo produzcan los agentes económicos que hoy lo hacen sino mayoritariamente los propios refinadores o, como mucho, terceros que operen en acuerdos con ellos, y lamentablemente, el oficialismo está cediendo a su lobby”.
“Los refinadores de petróleo omiten hablar de las ventajas de los biocombustibles y, al mismo tiempo, olvidan las desgravaciones que tienen el gasoil importado para generación eléctrica, el fueloil, los combustibles en zonas patagónicas y el gas vehicular como otros subsidios asociados a su propia actividad” enfatizó y acusó que “se trata de una propuesta que atenta contra la industrialización nacional, equivalente a lo que representaría exportar todo el petróleo crudo que se procesa en el país e importar todos los combustibles que aquí se consumen”.