Fausto Brighenti, copresidente de la Comisión de Ganadería de CREA, comparte sus perspectivas sobre la exportación de carne vacuna argentina para 2024.
El año 2023 terminó para el sector exportador cárnico vacuno argentino con un sabor agridulce. Hubo un récord en volumen con envíos por 683.092 toneladas peso producto (+8,0 % versus 2022), pero los ingresos de divisas fueron de 2777 millones de dólares (-19,5 %)
La razón principal detrás de ese suceso es que los precios de exportación de los envíos realizados a China –que en 2023 representó el 78,5 % del volumen total– descendieron de manera importante.
“China terminó ganando la pulseada al llevarse un volumen casi récord a precios bajos, mostrando además que las exportaciones argentinas de carne vacuna no tienen un mercado alternativo, lo que representa una luz amarilla”, señala Fausto Brighenti, integrante del CREA Río Salado (región Sudeste) y copresidente de la Comisión de Ganadería de CREA.
“Podríamos ir hacia un esquema con mayor diversificación, como el presente en Uruguay o Brasil, pero eso implica un trabajo de política exterior, con más aperturas de mercados y nuevas habilitaciones”, añade.
Además de administrar una empresa ganadera que cuenta con un planteo de cría y recría en las localidades bonaerenses de Gral. Belgrano, Las Flores y Pila, Fausto integra una empresa uruguaya de trading especializada en exportar carne vacuna congelada –con y sin hueso– a China desde Argentina, Uruguay y Brasil. Dispone, por lo tanto, de una visión integral del negocio cárnico.
¿Qué puede esperarse de la demanda china para este año?
El mercado chino está ingresando en una fase de madurez. Empezó muy adolescente con saltos enormes de precios que luego eran seguidos por bajas profundas; ahora esas oscilaciones abruptas terminaron. Se trata, no tenemos que olvidar, de un mercado que crece de manera estructural, que va demandando cada vez más proteínas cárnicas, razón por la cual todos los años habilita nuevas plantas exportadoras en naciones proveedoras, además de sumar nuevos orígenes. En diciembre pasado, por ejemplo, estuve en Colombia visitando frigoríficos que están a un paso de comenzar a exportar carne vacuna a China. Eso representa volúmenes adicionales que se suman a la oferta disponible destinada a la nación asiática. La buena noticia, en definitiva, es que el crecimiento del consumo en China es un fenómeno estructural.
Pero con los precios actuales, ¿es viable el negocio exportador?
En los últimos meses los precios internacionales vienen descendiendo mucho y no apareció una demanda alternativa de oportunidad que compita con los importadores chinos. Ni siquiera hubo consultas. China sigue teniendo un papel preponderante en el comercio mundial del producto. Esperemos que no baje más el precio de exportación, porque en ese caso la variable de ajuste va a ser el precio de la hacienda y especialmente si se trata de un producto de descarte como la vaca. A fines de este mes de febrero estaré en la feria Gulfood 2024, que se hace todos los años en Dubái; allí conoceremos de primera mano cómo los importadores chinos están evaluando la dinámica del negocio para este año.
La otra variable de ajuste es el factor cambiario e impositivo, considerando que las exportaciones cárnicas argentinas tienen un derecho de exportación del 9 % del valor FOB.
Sin dudas ayudaría a mejorar la escasa competitividad que tenemos con respecto a nuestros vecinos del Mercosur. Los derechos de exportación son un tiro en el pie, además de seguir teniendo un tipo de cambio que en términos reales se viene apreciando semana tras semana y eso conspira contra la actividad exportadora; en poco tiempo más quedaremos caros de nuevo en la región. El cambio de época generó entusiasmo en el sector porque ya no existen restricciones ni cupos para poder exportar carne; en ese sentido, en el pasado mes de enero seguramente hubo un buen volumen de embarques con la posibilidad de enviar a China todos los cortes antes prohibidos. Los cupos y restricciones obligan a los exportadores a pensar los negocios con limitaciones. El hecho de que se hayan terminado representa una buena noticia. Si se llega a habilitar la exportación de menudencias con destino a China continental, logrando casi el mismo estándar que Uruguay, representa también una gran noticia para el sector.
¿Por qué no crecer en EE. UU. como hace Uruguay?
Por fuera de la cuota de las 20.000 toneladas anuales que Argentina tiene, es inviable realizar exportaciones por el peso de los aranceles. EE. UU. concedió una cuota de exportación a Australia y Nueva Zelanda que no está siendo usada por ambas naciones y una iniciativa en evaluación es solicitar una parte de la misma a EE. UU. Pero se trata de un proceso administrativo muy engorroso que debe ser parte de una agenda de trabajo oficial en materia de política exterior; sería fantástico que se comience a trabajar al respecto. Una matriz comercial más diversificada contribuye a promover un crecimiento virtuoso en toda la cadena ganadera, tal como ocurrió en Brasil.
Un desafío grande es el nuevo régimen comercial, el cual no permite originar mercadería en tierras deforestadas, que comienza a regir en la Unión Europea a partir de 2025.
Es un partido que Brasil está, de alguna manera, dinamitando, porque ese país no está convalidando las pretensiones de la UE-27. Probablemente sea un partido que Argentina juegue junto a Uruguay. Lo que está sucediendo en Europa es necesario seguirlo de cerca, no sólo en lo que hace al comercio exterior, sino también en lo que respecta a cuestiones regulatorias en su propio territorio. Es algo que me toca vivir de cerca porque, debido a las crecientes restricciones, conozco empresarios del agro europeos que están evaluando trasladar sus operaciones hacia Argentina o Uruguay.
¿Cuál es el mayor desafío que el sector cárnico exportador argentino tiene en el presente año?
El hecho de tener libertad comercial no es condición suficiente para incrementar las exportaciones, porque es necesario tener una estrategia para salir a vender y posicionarse en mercados de interés. No se trata de sentarnos a esperar que nos vengan a comprar. El Ipcva en ese sentido hace bien su trabajo.
Fuente: Contenidos CREA