La superficie sembrada con soja en la campaña 2021/22, pronta a comenzar, se reduciría 3% respecto al ciclo anterior, con un total proyectado de 16,4 millones de hectáreas, estimó hoy la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
De concretarse dicho guarismo, la superficie destinada a la oleaginosa perderá 500.000 hectáreas frente a la campaña 2020/21, a tono con la progresiva disminución del área sembrada con soja desde 2015 en adelante en el país.
En su informe, la Bolsa de Comercio de Rosario advirtió que el recorte incluso “puede ser aún mayor.” En este sentido, puntualizó que en Santa Fe se dejarían de sembrar más de 100.000 hectáreas, mientras que en Córdoba y en la provincia de Buenos Aires la caída estaría en el orden de 200.000 hectáreas.
“Incluso con el horizonte climático de una “Niña” o un neutro frío en el Pacífico, y un agosto que muestra por delante al menos 10 días más sin lluvias importantes, el productor la ha desplazado en su elección”, explicó la entidad bursátil.
Según la Bolsa rosarina, las principales razones de la merma radican en “márgenes actuales menores que el maíz, rindes que en los últimos dos ciclos consecutivos se han comportado peor que el cereal ante un escenario de falta de agua y el mayor peso impositivo con el que carga la oleaginosa”.
Así, la expectativa de producción se estima en 49 millones de toneladas. En contraposición, el maíz lograría una nueva expansión respecto a lo previsto el mes pasado por la entidad.
Los actuales cálculos hablan de una intención de siembra del cereal amarillo en torno a las 7,83 millones de hectáreas con una producción que rondaría las 55 millones de toneladas, lo que marca una expansión en el área del 6% y del 7% en el caso de la producción, respecto a las estimaciones de la campaña actual, que todavía no finalizó.
“Los mejores márgenes son un motor que no han dejado de expandir al maíz. También empuja al cereal las gratas sorpresas en rindes del ciclo pasado obtenidas tanto en siembras tempranas, tardías o incluso de segunda: antes los maizales no superaban los 75 o los 80 qq/ha tras el trigo, pero en la última campaña los promedios han superado los 100 qq/ha en esa situación”, explicó la BCR.