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Postergación y escenario de difícil cumplimiento

La medida que obliga a comercializar la media res por trozos se postergó hasta el 15 de enero.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación informó, el pasado marte 31 de octubre, que “atendiendo a los pedidos presentados por las provincias respecto a la necesidad de fortalecer cuestiones vinculadas a la implementación, control y logística”, decidió prorrogar, de forma extraordinaria, por 75 días la implementación de la resolución referente al troceo de carnes.

El anuncio se realizó a escasas horas de la entrada en vigor de la resolución (y amenaza de paro de por medio de quienes nos están de acuerdo con la medida), que debía implementarse a partir del 1 de noviembre, que fuera dictada en conjunto en abril de 2021 por los ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca, de Trabajo, y de Desarrollo Productivo, con el objetivo de suplantar la comercialización de la media res por trozos que superen los 32 kilos.

Agricultura señaló que el nuevo plazo para la implementación de la medida es el 15 de enero de 2023 y que con esta decisión se busca que las provincias y los actores que componen la cadena terminen de adecuar lo necesario para comenzar con la implementación “de esta medida recomendada por la Organización Internacional del Trabajo, que mejora las condiciones laborales de los trabajadores, para que no carguen más sobre sus hombros medias reses de más de 100 kilos”.

Además, se destacó que durante los próximos días la cartera llevará adelante una agenda de reuniones con integrantes de la cadena cárnica para agilizar la implementación de la medida.

Polémica por la medida

Escasos meses antes de la fecha en la que entraría en vigor la resolución se levantaron voces a favor y en contra de esta. A grandes rasgos, los frigoríficos exportadores se mostraron a favor y alentaron el cumplimiento de su fecha de aplicación.

Por su parte, los frigoríficos que atienden el consumo interno argumentaron la imposibilidad de cumplir con la fecha de aplicación de la norma, cuestionaron sus virtudes y denunciaron que no se cumplió con facilitar el financiamiento para las inversiones necesarias para concretar la medida.

“Con una lógica típica de este gobierno, el exministro Domínguez, sin consulta con la totalidad del sector y sin consensuar con las provincias, se atribuyó facultades que no posee, debido a que las provincias argentinas no delegaron en el gobierno nacional la sanidad animal. Tampoco le llegaron a la industria los prometidos créditos para realizar las inversiones necesarias para adecuarse a lo requerido por la citada norma”, subrayaron desde la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).

La Ciccra agregó que apoya la medida, “pero no acompañamos la forma de implementación de esta. Es una norma que se queda a mitad de camino con la verdadera modernización de la comercialización de nuestro sector y de la modernización de la comercialización de la carne en nuestro país”.

Conocida la postergación de la medida, el Consorcio ABC -que nuclea los frigoríficos exportadores- lamentó “profundamente esta determinación y que se continúe con el sistema arcaico de la media res en el país” y pidió que la prórroga establecida se convierta en la última instancia de “implementación en el avance de un sistema moderno y sanitariamente apto en el consumo de carnes que integre a todos los operadores de la industria”.

El ABC sostiene que los beneficios del cuarteo son irrefutables y que es el primer paso a la venta por cortes, “que nos pone al nivel de los estándares globales y que ubicaría a nuestro mercado como el más importante del mundo”. Además, aduce que la salud del trabajador no soporta mayores dilaciones y resulta impostergable terminar con el sistema de medias reses al hombro, y desestiman la viabilidad de los medios mecánicos presentados como alternativa para el traslado de las medias reses.

Además, los exportadores sostienen que mientras nuestro país “no cuente con un sistema de comercialización de carnes adecuado a las actuales necesidades sanitarias y de mejoramiento de precios al consumidor, continuaremos con el sistema actual que promueve fundamentalmente la informalidad y una gran evasión impositiva, previsional y tributaria en el mercado de la carne por un monto aproximado de 1.000 millones de dólares anuales”.

¿Se cumplirá?

Más allá de las posturas disidentes, el espíritu de la norma parece ir en el camino correcto y que se debe seguir. Pero es indudable que sin diálogo, consenso y apoyo es de difícil cumplimiento. Especialmente debe tenerse en cuenta la variopinta realidad que tiene la cadena de comercialización de carne a lo largo y ancho del país y en base a esta mirada planear y actuar en consecuencia. No parece haber sido esta la forma de actuar de las autoridades nacionales que en más de un año no lograron generar un contexto favorable para que la medida se aplique.

Difícilmente, en las escasas semanas que quedan hasta el 15 de enero -y con Mundial y fiestas de fin de año de por medio- se puedan dar los pasos necesarios para que se implemente correctamente la norma.

Por: Belisario Saravia Olmos, editor de El Tribuno Campo

Fuente: El Tribuno Campo