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Por las políticas oficiales, el mercado de la carne ya muestra signos de destrucción

El especialista Ignacio Iriarte advirtió que “los frigoríficos exportadores ya comenzaron a reducir el trabajo, falta que la sobreoferta de vaca conserva y novillo inferior haga caer los precios en los mostradores”.

El especialista de la cadena de ganados y carnes Ignacio Iriarte criticó la decisión del gobierno nacional de restringir las exportaciones cárnicas y advirtió que “el mercado de la carne ya muestra signos de destrucción”.

“Los frigoríficos exportadores ya comenzaron a reducir el trabajo, ahora falta que la sobreoferta de vaca conserva y novillo inferior haga caer los precios en los mostradores” planteó, en una columna publicada por el diario La Voz del Interior, el reconocido analista del mercado cárnico.

La opinión de Ignacio Iriarte

Es posible que ni las mismas autoridades se hayan imaginado que iban a causar tanto daño cuando tomaron la decisión de restringir el comercio exterior de carne vacuna.

Los frigoríficos exportadores han comenzado a suspender faenas o a reducir las jornadas de trabajo, porque ya acumulan importantes stocks de carne en las mismas plantas o en containers en los puertos, cuyo embarque no es aprobado.

Con las cámaras llenas y una gran incertidumbre sobre qué cargamentos serán autorizados o sobre qué cortes deberán ser retirados de los containers en planta o en el puerto, muchas empresas han comenzado a parar o disminuir al mínimo la compra de vacas conserva y manufactura.

También sufre especialmente el novillo “no Hilton” o “sin papeles”, que forman parte junto con la vaca “china” de las categorías que pagarían el costo más alto por el cierre de las exportaciones. Se defienden mejor, por ahora, el novillo Hilton, muy escaso a partir de la deshabilitación de miles de campos por parte de SENASA, la vaca gorda, que tiene varios destinos en consumo y exportación, y el ternero de invernada, que comienza a escasear por razones estacionales.

La etapa de destrucción del mercado de hacienda en pie viene desarrollándose con suceso, ahora falta que el sobrante o sobreoferta de vaca conserva y novillo inferior haga caer el precio de la carne al mostrador. Es cierto también que la demanda interna muestra hoy claras señales de agotamiento, después de siete meses consecutivos en que el precio de la hacienda de consumo ha crecido por encima de la inflación.

Queda por ver si matarifes y minoristas, especialmente estos últimos, en el corto plazo no aprovecharán la baja en el precio del ganado para recomponer sus márgenes, y esta baja no se exprese en el precio al público.