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Peste porcina africana: preparación para emergencias

La OIE busca conocer mejor el nivel de preparación con respecto a la introducción de la PPA en las Américas.

En junio de 2019, las oficinas de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) en las Américas y del Delegado de Canadá ante la OIE realizaron conjuntamente una encuesta entre los Miembros y no miembros de la OIE para conocer mejor el nivel actual de preparación con respecto a la introducción de la peste porcina africana (PPA)en la región.

El drástico cambio observado desde 2018 en la epidemiología mundial de la PPA ha incrementado la preocupación por la posibilidad de que el virus se propague a regiones libres de la enfermedad, como las Américas, donde viven aproximadamente 177 millones de cerdos domésticos.

“Dada la variabilidad de los niveles de vigilancia y de capacidades veterinarias para hacer frente a las emergencias zoosanitarias en la región, se necesita un enfoque coordinado de prevención y respuesta ante la amenaza de la peste porcina africana. A fin de responder a dicha necesidad, en septiembre de 2019 se creó un Grupo Permanente de Expertos sobre la Peste Porcina Africana (GPE-PPA) para las Américas”, informan desde la OIE. Y agregan que actualmente se están adoptando medidas en respuesta a las conclusiones extraídas de la encuesta realizada.

La encuesta

El primer cuestionario, sobre las vías de riesgo para la transmisión de la PPA, incluía preguntas relacionadas con la importación de cerdos vivos, carne y productos de origen porcino, y fómites contaminados. El análisis descriptivo de las respuestas binarias (sí/no) permitió extraer las siguientes conclusiones:

– La introducción de la enfermedad a través de cerdos vivos y fómites es poco probable, ya que ningún país importa cerdos de los países infectados ni tiene personal que trabaje en explotaciones infectadas en el extranjero.

– En caso de que se introdujera en la región, el virus podría propagarse como consecuencia de los controles inadecuados de la desinfección y el uso de los vehículos que se utilizan para transportar cerdos importados o productos de origen porcino, hechos comunicados por el 59 % de los países.

– El mayor riesgo de introducción radica en las importaciones de carne de cerdo y productos de origen porcino por parte de particulares, una práctica comunicada por el 28 % de los países. Este riesgo se ve agravado por la práctica de la alimentación con desperdicios y los vertederos sin protección, hechos comunicados por más de la mitad de los países.

– El 90 % de los países notificaron realizar actividades de concienciación a fin de desalentar las importaciones procedentes de países infectados.

En el segundo cuestionario se evaluaban 42 medidas de preparación para emergencias. Las variables se clasificaron en cuatro categorías:

1. Autoridad legal.

2. Recursos humanos.

3. Infraestructura.

4. Planificación de la preparación.

El porcentaje de respuestas positivas en cada categoría se calculó y se clasificó de la siguiente manera:

– Verde (más del 80 %).

– Amarillo (entre el 60 % y el 80 %).

– Rosa (menos del 60 %).

Los países se agruparon por nivel subregional (América del Norte, América Central, el Caribe y América del Sur). La categoría de la planificación de la preparación se dividió además en planes de respuesta, formación y ejercicios, a fin de determinar en qué esferas era necesario fomentar las capacidades.

Resultados

En un cuadro mixto se mostraron los resultados de preparación en todas las subregiones, excepto en América del Norte, donde todos los países obtuvieron una puntuación superior al 80 % (Cuadro 1). En las demás subregiones, la mayoría de los países indicaron tener la autoridad legal para controlar la peste porcina africana y obtuvieron una buena puntuación en la categoría de recursos humanos.

Los resultados fueron más variables en lo que respecta a las capacidades de infraestructuras, como los sistemas nacionales de gestión de incidentes, la financiación de emergencia, los laboratorios, los equipos y los recursos para investigaciones.

Las principales deficiencias se encontraron en la planificación de la preparación. Un análisis más detallado reveló que, si bien algunos países han emprendido actividades de formación en materia de preparación para emergencias, ello no se ha traducido en la elaboración de planes de respuesta ni en la realización de ejercicios de capacitación.

La OIE señala que se han llevado a cabo varias actividades de fomento de las capacidades para abordar las esferas clave determinadas en la encuesta. Las dos primeras reuniones del GPE-PPA se centraron en las mejores prácticas para reforzar los controles fronterizos y el análisis de las vías de riesgo [2, 3]. En diciembre de 2019, se impartió formación a los Puntos Focales de la OIE para los laboratorios veterinarios acerca del diagnóstico y la vigilancia de la peste porcina africana, y los Puntos Focales de la OIE para la comunicación también recibieron capacitación en agosto de 2020. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) proporcionó asimismo una formación amplia sobre la peste porcina africana en América Central y el Caribe.