Una relación insumo/producto menos beneficiosa y la incertidumbre por la posible intervención política del mercado doméstico reduce las expectativas de la campaña cerealera.
Pese al enorme crecimiento del precio en el mercado internacional, saltó de 340 a 450 dólares por tonelada tras la invasión de Rusia a Ucrania, la Argentina reducirá su producción y exportación de trigo.
“El mundo se encuentra bajo una tensión muy importante y necesitará para la campaña 2022/23 una gran cosecha. La necesitaba antes y la necesidad de agudizó con la guerra” explicó el economista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Agustín Tejeda Rodríguez, y añadió que “esperamos que se maximice la búsqueda de proveedores alternativos, lo que profundizará el redireccionamiento de los flujos comerciales”.
Entre esos posibles proveedores alternativos a Rusia, Ucrania y la India (muy afectada por la sequía) está la Argentina. “La exportación para la actual campaña de trigo 2021/22 viene en niveles históricamente alto. En el primer trimestre tuvimos envíos al mercado internacional por encima del promedio de las últimas campañas, porque hay una mayor demanda del Medio Oriente y del norte de África y hay un redireccionamiento de nuestro comercio hacia esos destinos” describió Tejeda Rodríguez y advirtió que “las exportaciones podrían llegar al récord histórico de 15 millones de toneladas, pero este volumen se encuentra limitado desde la restricción de nuestras políticas: 15 millones de toneladas están por encima del volumen de equilibrio que impuso el Ministerio de Agricultura”.
Y anticipó que “Argentina va a responder a este contexto en la próxima campaña con una menor superficie, producción y exportaciones de trigo”. “Los factores que están afectando esta respuesta son los límites que impone nuestra propia política y las expectativas del productor de mayor intervención en el mercado del cereal y, por supuesto los desafíos que impone una relación insumo/producto menos beneficiosa” señaló el economista y calculó que “estimamos en 6.300 millones de dólares las exportaciones para trigo y cebada, pero ese número podría ser muy superior en el caso de que el conflicto en el Mar Negro se profundice y podría traer 1.300 millones adicionales por mayores precios, pero la respuesta podría ser distinta y tener exportaciones por 2.000 millones adicionales en el caso de que Argentina adopte políticas distintas, sin derechos de exportación y restricciones a las exportaciones”.